Su hijo Hernán Ruiz el
Joven, el gran arquitecto de la saga de los Ruiz, manifiesta ya claramente la formulación clasicista en la nueva nave, que hará evolucionar el estilo, y es el artífice de las más notables magnificencias de esta nave. También de muchas de las
capillas y rejería. Después de cien años de obras la nueva nave de la
Catedral serán concluida con principios estéticos manieristas, como puede verse en la
cúpula del crucero del maestro Juan de Ochoa, o la formulación de la
bóveda con
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