Con razón, pues, en la expresión « feliz la que ha creído » podemos encontrar como una clave que nos abre a la realidad íntima de María, a la que el ángel ha saludado como « llena de gracia ». Si como a llena de gracia » ha estado presente eternamente en el misterio de Cristo, por la fe se convertía en partícipe en toda la extensión de su itinerario terreno: « avanzó en la peregrinación de la fe » y al mismo tiempo, de modo discreto pero directo y eficaz, hacía presente a los hombres el misterio ... (ver texto completo)