Pues sí, un par de choricetes me comería yo ahora mismo y sin tapujos. ¡Para qué voy a negar qué me encantan! Con su pringuecilla, su saborcito.... Y para acompañar?..., ¡Ayy, una cervecita fresquita, fresquita! De fresquita...., por lo menos, por lo menos, como el agua de la Fuente del Avellano, qué a es decir...