Su padre accedió y se pusieron en marcha. Los padres iban delante, seguidos por Fabián y Golo.
Al llegar a Río Rosa, Fabián se quedó pasmado, y hasta un poco asustado, al ver tanta gente, tiendas, coches y bicicletas. Golo también se llevó una sorpresa.
Al llegar a Río Rosa, Fabián se quedó pasmado, y hasta un poco asustado, al ver tanta gente, tiendas, coches y bicicletas. Golo también se llevó una sorpresa.