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Pasado el tiempo, marchó a París para perfeccionar sus estudios de cocinero, y no fue hasta que los terminó y consiguió empleo en restaurantes de mucha fama, que sus padres no se dieron cuenta de la seriedad de su intención.
Le animaron, como la mayoría de los padres hubiesen hecho, a realizar sus sueños, llegando a ser sus mayores admiradores...
Como vivían en diferentes ciudades hablaban una vez por lo menos al día por teléfono, y aquel chaval, que ahora era todo un hombre, y un excelente ... (ver texto completo)
Pasado el tiempo, marchó a París para perfeccionar sus estudios de cocinero, y no fue hasta que los terminó y consiguió empleo en restaurantes de mucha fama, que sus padres no se dieron cuenta de la seriedad de su intención.
Le animaron, como la mayoría de los padres hubiesen hecho, a realizar sus sueños, llegando a ser sus mayores admiradores...
Como vivían en diferentes ciudades hablaban una vez por lo menos al día por teléfono, y aquel chaval, que ahora era todo un hombre, y un excelente ... (ver texto completo)
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Pasados los años, la abuela seguía dándole a la comida la importancia que se le ha de dar en un hogar, y aunque todos los de la casa estaban siempre muy ocupados, ella todavía creía que la familia, como así debe ser, se ha de reunir para comer en torno a la mesa, sin condiciones ni pretextos, y no nos ha de importar si el menú es langosta o lasaña. En buena compañía todo está bueno, porque cualquier cosa hecha con amor resulta una comida expléndida.
Pasados los años, la abuela seguía dándole a la comida la importancia que se le ha de dar en un hogar, y aunque todos los de la casa estaban siempre muy ocupados, ella todavía creía que la familia, como así debe ser, se ha de reunir para comer en torno a la mesa, sin condiciones ni pretextos, y no nos ha de importar si el menú es langosta o lasaña. En buena compañía todo está bueno, porque cualquier cosa hecha con amor resulta una comida expléndida.