En una despedida, antes de separarse, el viajante pregunta a su esposa:
- ¿Me prometes que no me traicionarás mientras yo esté lejos?
= Claro que sí, Juan... digo, Manuel... digo, Emilio...
- ¿Me prometes que no me traicionarás mientras yo esté lejos?
= Claro que sí, Juan... digo, Manuel... digo, Emilio...
¡Oddddddddddddddddddddoooooooo oooooooo....! Si el marido se fue convencido, de ahora en adelante le vamos a llamar PELANAS. Jajajajajaaaa