Luz ahora: 0,13870 €/kWh

ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

El cestillo de las herramientas
Foto enviada por eufra7dos@hotmail.com

- EL ALMANAQUE DEL HUMOR -

Caricature Zone

- Textos Humor - Club de la Comedia -

Una chispa de humor cada día para alegrarte el ánimo.

- HUMOR -

Los signos y los viajes III

Las vacaciones son una experiencia que no todos los signos viven de la misma forma. Una aventura para algunos, una oportunidad de ser solidarios, para otros, veamos como enfrentan los viajes las personas de diferentes signos del zodíaco

Los signos de agua, Cáncer, Escorpio y Piscis: al servicio de los demás

Los signos de agua podrán rápidamente actuar como lo hacen los naturales de cualquier lugar que visiten. Lo mejor de los signos de agua es que pueden rápida y fácilmente amoldarse a cualquier situación. Cáncer, Escorpio y Piscis son “camaleones sociales”. Cuando están visitando un lugar, toman inmediatamente el acento de la población y tienen una gran habilidad para tratar con los locales y moverse entre ellos. Son muy concientes de la cultura que los rodea y siempre actúan acorde y respetuosamente.

Los viajeros de los signos de agua prefieren elegir un lugar para su visita y permanecer todo el tiempo allí. No son muy particulares en sus necesidades y tienen muy pocas demandas respecto del confort. Estos signos muestran una gran habilidad para vivir en chozas o campamentos, dormir en hamacas o ser voluntarios durante el tiempo de estadía para ayudar a la comunidad local.

El placer no es el más importante de los propósitos de sus viajes. Generalmente, los signos de agua viajan alrededor del mundo para convertirse en una parte de él.

De todos los signos de agua, Cáncer debe ser el más demandante, pero también el menos conservador. Puede permanecer en una casa de familia pero necesita experimentar y en algunas oportunidades servir al mundo. Este signo es maravilloso con el dinero y puede fácilmente conseguir un trabajo para solventarse. El único inconveniente es que Cáncer tiene un estómago sensible para los viajes. Así que debe ser cuidadoso con las comidas extrañas.

Escorpio es a quien más le gusta moverse hasta encontrar el sitio que más le guste y puede retornar a él una y otra vez. Se siente absolutamente satisfecho de todo lo que es capaz de ganar a través de la experiencia de viajar y disfruta dejando crecer nuevos lazos y arraigándose a los lugares donde está. Como Cáncer son buenos con el dinero. Los demás signos lo acusan de llevar calculadoras para convertir el dinero extranjero fácilmente.

Para Piscis, es muy bueno realizar un itinerario antes de viajar. Así evitará cosas innecesarias y su viaje será absolutamente increíble. Mucho más que los otros signos de agua, Piscis siente profundamente las vibraciones y la atmósfera del lugar que está visitando. Como se trata de un signo muy compasivo, le agrada tomar sus vacaciones por ejemplo, en países subdesarrollados o busca agrupaciones que estén al servicio de los demás, como las Fuerzas de Paz, para sus ocupadas vacaciones. ... (ver texto completo)
Los ovnis en la cultura popular

El arte pop en particular y la cultura popular del siglo xx en general han mostrado y utilizado a los extraterrestres en infinidad de ocasiones, hasta el punto de considerar a esta forma de arte incomprensible sin ellos.​ Son muy abundantes las películas, series de televisión, novelas, obras de teatro y cómics con los extraterrestres como protagonistas principales o secundarios. En este aspecto la variedad es grande al poderse hallar extraterrestres microscópicos, ... (ver texto completo)
Hipótesis paraufológica

Véase también: Hipótesis interdimensional

De la actual polarización entre la hipótesis extraterrestre, defensora del fenómeno físico, y la hipótesis psicosocial, defensora de un igualmente exclusivo fundamento psicosociológico, emerge la hipótesis paraufológica o interdimensional. Esta corriente tuvo sus inicios en la obra anteriormente expuesta del psiquiatra Carl Gustav Jung, siendo desarrollada posteriormente por autores como Jacques Vallée, John A. Keel y Jerome Clark, entre otros.

Tal y como la define el investigador Moisés Garrido «esta hipótesis descarta la naturaleza material de los ovnis, centrándose en su contenido simbólico y en sus aspectos subjetivos, psíquicos y parafísicos. Propone, a su vez, la existencia de agentes o entidades interdimensionales (ultraterrestres) que manipulan nuestra realidad, deconstruyen nuestras creencias heredadas culturalmente y provocan estados modificados de conciencia en los testigos, algunos de los cuales desarrollan ciertas facultades psi y experimentan un despertar de la conciencia».
​​
En 1969 sería publicada la obra señera y fundacional Pasaporte a Magonia, trabajo principal del considerado como el mejor ufólogo del mundo Jacques Vallée. 69​ Dicha obra supuso un cambio radical en la interpretación del fenómeno ovni. El autor francés vincula en ella los ovnis con las hadas, los elfos y las apariciones de la Virgen, es decir, tras manifestaciones históricas aparentemente discordantes y divergentes se vislumbraría un mismo y unívoco fenómeno camaleónico (por ejemplo, el paralelismo entre los raptos de las hadas de las leyendas feericas europeas y las modernas abducciones extraterrestres), cuya motivación última apuntaría a algún tipo de manipulación, sistema de control o influencia sobre nuestro psiquismo, creencias y patrones socioculturales.

Un año después saldría a la luz una segunda obra, Operación Caballo de Troya, del ufólogo John A. Keel, en la que planteaba que los ovnis no provienen de otros planetas sino de otras dimensiones, serían el disfraz de un fenómeno oculto inteligente, manifestaciones que aparentan una presunta realidad mimetizándose en función de la época y el contexto cultural en el que se expresan, cual caballos de Troya.

La presente hipótesis replantearía y relativizaría nuestra actual concepción de lo que es la realidad. Precisamente el fenómeno ovni operaría desde una realidad extraordinariamente compleja y ambigua, mercurial, imposible de definir desde la simple materialidad y, consecuentemente, de aprehender desde el método científico al uso. Es este carácter cuasionírico el que lleva a hacer entrar en escena el papel que juega el psiquismo humano, el fenómeno no puede ser estudiado ni explicado desde una perspectiva unilateral, ya sea física (excluye los ingredientes psíquicos, psicopatológicos, parafísicos, mitológicos y folclóricos), ya psíquica (obvia su aparentemente imposible manifestación material), el fenómeno ovni no tiene una existencia separada del observador, la psique se vislumbra materializada, y viceversa, la materia acontece psiquizada.

Dentro del amplio abanico de determinantes psíquicos del fenómeno ovni, la hipótesis paraufológica enfatiza y, a su vez, evidencia la existencia concomitante de facultades y fenómenos paranormales en una significativa muestra estadística de los testigos afectados. Esta vinculación entre el fenómeno y lo paranormal conlleva el planteamiento de hipótesis acerca de la posible función mediadora ejercida por la mente del testigo entre la experiencia ovni y la presencia de dicha fenomenología antes, durante y después del encuentro, de una conexión de su psique inconsciente con otros planos de la realidad, con una interdimensionalidad que no es análoga a nuestro universo tridimensional.​

La paraufología apelaría por tanto, a fin de no caer en la unilateralidad de las hipótesis que la preceden, a la necesidad de contemplar otros niveles de la realidad, planos de existencia o universos múltiples, con el fin de ensamblar adecuadamente la variada y complejísima fenomenología ovni (comportamiento absurdo, transgresión espacio-temporal, naturaleza psicoide, componente parafísica). Con ello también confrontaría la pregunta central propia de la hipótesis extraterrestre, a saber, la presunta realidad material del fenómeno. Serán nuestras facultades psíquicas, a modo de puentes, las que nos permitan conectar con dicha interdimensionalidad y abrir la puerta a la manifestación bidireccional del fenómeno, aunque ello dé lugar a su vez a un replanteamiento de la verdadera naturaleza de nuestra psique, cuya interpretación neurocientífica actual se posiciona distante de tales hipótesis. Jacques Vallée realizó una síntesis en su obra de 1988 Dimensiones:

Creo más bien que el fenómeno ovni es una indicación de la existencia de otras dimensiones más allá del espacio-tiempo. Puede que los ovnis no procedan del espacio sino de un multiverso que nos rodea y cuya inquietante realidad hemos persistido en refutar a pesar de las pruebas que tenemos desde hace siglos. Una teoría semejante es necesaria para explicar al mismo tiempo los casos modernos y las crónicas de Magonia, las abducciones y la compenente psíquica.

Cabe destacar finalmente como autor relevante a Patrick Harpur y su obra Realidad daimónica. En ella redirige la atención al núcleo central del análisis del fenómeno ovni: cuál es la verdadera naturaleza de lo que denominamos realidad. Para Harpur la realidad literal es solo un tipo de realidad derivado de una realidad suprema o daimónica que es metafórica e imaginativa más que literal y empírica. Nuestra realidad literal es menos real que la realidad daimónica, es el producto del literalismo, que en realidad es una manera de ver el mundo, una perspectiva sobre el mundo. Este reino intermedio de la realidad daimónica lo equipara al de la realidad psíquica de lo inconsciente colectivo de Jung, al Mundus Imaginalis de Henry Corbin,​​ a la Imaginación en William Blake o al Anima mundi neoplatónico. El Alma del Mundo mediaría entre el Uno, u origen trascendente de todas las cosas, y el mundo material y sensorial. Son los dáimones (ovnis y fenómenos paranormales) los pobladores del Anima mundi, los mediadores entre ambos extremos de la realidad y los que conectarían a dioses y hombres.

Todo lo daimónico es un intermedio entre dios y mortal. Interpretando y transmitiendo los deseos de los hombres a los dioses y los deseos de los dioses a los hombres, permanece entre ambos y llena el vacío (...). Un dios no tiene contacto con los hombres; sólo a través de lo daimónico se dan el trato y la conversación entre hombres y dioses, ya sea en estado de vigilia o durante el sueño. Y el hombre experto en semejante relación es un hombre daimónico...

Como aproximación contemporánea a la hipótesis paraufológica resalta en el ámbito hispanohablante la «teoría de la distorsión» del periodista e investigador gaditano José Antonio Caravaca, la cual no defiende que el fenómeno ovni tenga un origen puramente psicológico, sociológico o alucinatorio, sino que es producido/provocado por la interacción/comunicación de un agente externo desconocido, inteligente e independiente al ser humano, con los eventuales testigos que describen experiencias con ovnis. Para lograr sus objetivos, dicho agente conecta con la psique de los observadores para extraer, del inconsciente individual y privativo de los mismos, material intelectual (que se encuentra en los hobbies, cultura, cine, literatura, etc.), con el propósito de fabricar/proyectar una experiencia de visitación alienígena ficticia.​ En una línea similar desarrolla su tesis el escritor, periodista e investigador coruñés Miguel Pedrero, 80​ así como el médico psiquiatra argentino Néstor Berlanda, que ha investigado en profundidad el fenómeno ovni, la medicina tradicional Indoamericana, y los estados ampliados de conciencia y su relación con las plantas sagradas. ... (ver texto completo)
Hipótesis psicosocial

En 1977, el ufólogo francés Michel Monnerie publicó el libro Et si les ovnis n'existaient pas? donde planteaba que el fenómeno ovni es un mito surgido en la era espacial y con una base absolutamente psicosocial. Los testigos interpretan erróneamente y transforman imaginativamente fenómenos convencionales por medio de condicionamientos culturales y autosugestión. Pasaríamos por tanto del énfasis en el objeto externo en detrimento de la psicología del testigo, propio de la ... (ver texto completo)
Carl Gustav Jung: fundamentación psíquica

Artículo principal: Un mito moderno. De cosas que se ven en el cielo

La idea de la necesidad del misterio parece algo consustancial al ser humano.​ El hecho de recibir una explicación plausible sobre lo que se ve puede restar espacio a la fantasía.​ Así varios autores no utilizan la denominación «fenómeno» sino «mito» y en otros casos «síndrome». El término «síndrome ovni» fue utilizado por autores como Jiménez del Oso para indicar que los observadores ... (ver texto completo)
Interpretación

Hipótesis extraterrestre

Artículo principal: Hipótesis extraterrestre

La idea de que los ovnis son naves extraterrestres se planteó ya con el Incidente de Roswell y ha sido una explicación recurrente desde aquel momento. Los escépticos suelen emplear un principio básico de la ciencia según el cual «para poder afirmar la existencia de fenómenos extraordinarios se requieren pruebas concluyentes». Hacen hincapié en que no se han aportado pruebas fiables que respalden la hipótesis de que el fenómeno ovni mantiene relación con naves extraterrestres. El doctor Neil DeGrasse Tyson afirma contundentemente que si se ve algo en el cielo desconocido para nosotros no se debe concluir cualquier cosa, sino «dejar de hablar».

La ausencia total de pruebas ha sido una constante cuando se trata de indicar un origen extraterrestre. Participantes en el Proyecto Libro Azul, como Donald Keyhoe, manifestaron muy pronto que las pruebas debían existir, pero las fuerzas aéreas estadounidenses las retenían. La hipótesis del encubrimiento o teoría conspirativa ha sido esgrimida por los defensores de la procedencia extraterrestre cuando se solicitan evidencias. Los escépticos continúan afirmando que la carga de la prueba le corresponde a quien hace la afirmación.​ Si las fuerzas armadas ocultan las que poseen les correspondería a los defensores del vínculo extraterrestre-ovni aportar otras. La razón por la cual los defensores de dicho vínculo nunca reúnen ni enseñan sus evidencias la dio supuestamente Gray Barker. Barker informó en 1956 al público en general sobre la existencia de unos individuos, a los que denominó «hombres de negro» por la indumentaria que lucían —MIB por sus siglas en inglés man in black—, que amenazaban a periodistas como Albert K. Bender con funestas consecuencias en el caso de continuar revelando secretos sobre la procedencia de los ovnis.

Respecto a la capacidad de los MIB para neutralizar cualquier prueba definitiva sobre el origen de los ovnis se alegan experiencias con sistemas muy cerrados y reticentes a la entrega de información. Así, la Historia demuestra que de la Unión Soviética se obtuvo información pese a que su régimen llegó a quemar vivos a los traidores. En el caso del Proyecto Manhattan los soviéticos lograron obtener datos precisos para saber lo que se probaba y los resultados obtenidos en Álamo Gordo.​ Incluso de Corea del Norte se han obtenido pruebas verificables y contrastables sobre los movimientos de prisioneros para investigar con ellos armas biológicas.

Científicos como Edward Gondon, Donald Menzel o Carl Sagan han afirmado que, cuando los informes de ovnis se estudian en profundidad, la mayoría de los casos logra ser identificado con certeza en porcentajes parecidos a los arrojados por el Proyecto Libro Azul, es decir, fraudes, alucinaciones, malas interpretaciones y sobre todo pareidolias de fenómenos conocidos (cometas, fenómenos atmosféricos, satélites, basura espacial, aviones, prototipos de naves terrestres, nube lenticular, etc.). A lo que los defensores de la conexión ovni-extraterrestre mantienen que lo importante radica en ese pequeño porcentaje de no identificados. Es la llamada falacia del residuo.​ Esta postura es respondida por los escépticos afirmando que la falacia residual no prueba nada porque la existencia de un pequeño porcentaje inexplicado es común a cualquier disciplina con un número considerable de casos. Así, en criminología siempre quedan algunos asesinatos sin aclarar y lo mismo en los accidentes de tráfico, siempre existe un pequeño porcentaje que no puede ser explicado, lo que no prueba la existencia de vampiros, zombis o seres demoníacos.

Pese a los argumentos en contra, la ufología ha formulado varias conjeturas o hipótesis sobre la procedencia del pequeño índice de casos sin resolver:

• Hipótesis intraterrestre: es la que afirma que la Tierra es casi hueca y en su interior habita una civilización mucho más avanzada que la humana.

• Hipótesis interdimensional: postula que los ovnis provendrían de otras dimensiones dentro de otros planos de nuestro Universo, o en dimensiones no pertenecientes a nuestro universo, es decir del multiverso. Sus tripulantes serían seres pertenecientes a esas dimensiones.

• Hipótesis intertemporal: defiende que el origen de los ovnis estaría en tiempos pasados o futuros y que, por tanto, sus tripulantes serían seres (humanos o no humanos) pertenecientes a estos lugares y otros tiempos. Indicándose que estos seres poseerían los medios para poder viajar en el espacio-tiempo.

• Hipótesis de los proyectos secretos: es la que defiende que una gran parte de las observaciones no explicadas corresponden a nuevos prototipos aeronáuticos con tecnología furtiva, motores con mínimas emisiones de luz y calor, toberas orientables, hipervelocidad y otros adelantos que no los hacen fácilmente identificables, ni siquiera por pilotos y radaristas civiles. Aparatos como el SR-71 fueron totalmente secretos, pese al gran número de corporaciones y personas que trabajaron en él, hasta que el Gobierno estadounidense decidió revelar su existencia bajo dos palabras «Proyecto Aurora», en información recogida por Juan Antonio Guerrero.​ Según Luis Alfonso Gámez y otros autores, en este caso los ufólogos y los medios donde suelen escribir hacen la veces de «tontos útiles». Así contribuyen a expulsar las miradas de otro tipo de prensa sobre los hechos, reduciendo las noticias de nuevos prototipos y sus capacidades a un círculo pequeño y poco acreditado. Semejanzas similares se han entablado entre varias observaciones que posteriormente han encajado con la forma del Lockheed F-117 Nighthawk o el Northrop Grumman B-2 Spirit. ... (ver texto completo)
Resultados

En 1969 la USAF había reunido unos 40.000 informes Wilding-White que daban como resultado:​

• El 27 % de los expedientes ovni resultaron ser estrellas, planetas y otros objetos astronómicos.

• Otro 2 7% de los expedientes se debieron a globos y aviones.

• Un 23 % fue producido por meteoritos, satélites artificiales y otros objetos cercanos a la Tierra.

• Hubo un 23 % que quedó sin explicación, pero se hicieron suposiciones sobre la mayoría de dichos casos y se afirmó que podían haberse resuelto si los observadores hubiesen dado más datos.

Con el tiempo, varias fuerzas aéreas y organismos independientes han realizado investigaciones similares, como la presentada por Ballester Olmos. 31​ Las conclusiones han sido análogas, llegando también a unos porcentajes parecidos, es decir, y agrupados por número de casos causados, en primer lugar estarían las observaciones provocadas por objetos fuera de la órbita terrestre, en segundo lugar aparecerían los producidos por objetos de fabricación humana, después vendrían las causadas por objetos ubicados cerca de la órbita terrestres, en cuarto lugar estaría un porcentaje provocado por fenómenos que no son objetos (espejismos, reflejos, fenómenos atmosféricos...) y una pequeña cantidad de la que no se logró determinar su procedencia. Pero Ballester Olmos, tras investigar los informes desclasificados por el Ejército del Aire español redujo los casos sin explicación a un 7 %, nueve informes en total.

Poco después de concluir el Proyecto Libro Azul, también en 1969, se publicaron las conclusiones de un informe solicitado el año anterior con el fin de conocer las posibilidades de realizar un estudio posterior más amplio que aportase nuevos conocimientos científicos. Dicho trabajo se denominó Informe Condon, por ser encargado al físico Edward Condon.​ Sus conclusiones fueron:

• Los informes ovni no presentan ningún desafío para la ciencia contemporánea por no encontrarse en ellos ningún fenómeno desconocido de la Naturaleza.

• Estas observaciones y testimonios no constituyen ninguna prueba de presencias extraterrestres.

• Los ovnis no suponen un peligro para la seguridad de los Estados Unidos.

• No se recomendaban más investigaciones en el campo de la física, mecánica o aeronáutica; pero los ovnis, mantenía el informe, sí podían ser un objeto de estudio interesante para ciencias sociales como la psicología o la sociología.

Pese a las conclusiones arrojadas por el Proyecto Libro Azul y el Informe Condon, la literatura sobre los objetos volantes no identificados ha seguido produciéndose sin descanso. Autores como Fernando Frías indican que dicha literatura carece de rigor, en muchos casos, pues no se realizan confirmaciones de las declaraciones dadas por los testigos y en varias ocasiones son afirmaciones falsas.

El 25 de junio de 2021 Estados Unidos publicó un informe sobre fenómenos aéreos no identificados. La conclusión del reporte elaborado por la oficina del director nacional de Inteligencia es que no tienen respuestas por el momento para explicar cientos de avistamientos inusuales. Simultáneamente, la Asociación Aeronáutica y Astronáutica de Francia, también publicó su propio informe ovni. ... (ver texto completo)
Clasificación de los ovnis por su forma

Para Hynek los avistamientos lejanos contemplarían tres configuraciones diferentes: luces nocturnas, ecos de radar y discos diurnos.​ Para otros las formas presentadas por los ovnis son muy variadas; tanto es así que Ballester Olmos califica de inútil cualquier clasificación, porque todos los «casos positivos», los que no se pueden explicar, son únicos.​ No existe una tipología clara ni un patrón que se repita. Para complicar más la situación, muchas de ... (ver texto completo)
Clasificación de los ovnis según su observación

Durante las investigaciones del Proyecto Libro Azul, Hynek propuso dos clases de observaciones con tres tipos cada una:

Encuentros lejanos

Estos son los realizados a más de 150 metros de distancia (500 pies) y Hynek propuso tres tipos:​

• Discos redondos: objetos vistos por el día con formas generalmente redondas, en cualquier caso distintos a las de aparatos convencionales.

• Ecos de radar: detecciones realizadas por radares primarios que no se identifican a sí mismas.

• Luces nocturnas: luces de distintos colores que no se pueden asociar a las luces anticolisión de aeronaves convencionales.

Encuentros cercanos

Son los realizados a menos de 500 pies (150 metros) y se dividirían en tres tipos:

• Primer tipo: es cuando se divisa un objeto no identificado volando o en el suelo, en este último supuesto lo avistado no sería un ovni, pero se decidió incluirlo si se le suponía la capacidad de volar. Es el que más casos reúne según Hynek.

• Segundo tipo: para Hynek se da cuando el objeto deja cualquier tipo de huella, como vegetación quemada o marcas en la tierra.​

• Tercer tipo: aparece cuando se observa a un tripulante. Es la más escasamente reportada.

Posteriormente otros escritores como Fabio Zerpa las ampliaron a seis:

• Cuarta fase: el testigo ingresa en la nave, como en los casos de abducción.

• Quinta fase: contactos telepáticos, de mente a mente.

• Sexta fase: señales radiales o radioastronómicas. ... (ver texto completo)
Investigación

Artículo principal: Ufología

El gobierno de Harry Truman emprendió una investigación para saber si el espacio aéreo estadounidense estaba siendo violado con cierta periodicidad por prototipos o ejemplares de pre-serie fabricados por otras naciones, especialmente la Unión Soviética. La primera de dichas investigaciones oficiales comenzó en 1947 bajo el nombre de Proyecto Signo, en 1949 se rebautizó como Proyecto Fastidionota 5​ y en 1952 como Proyecto Libro Azul, que seguiría investigando casos hasta 1969, para comenzar después el Proyecto Libro Blanco.

Sería tras el Proyecto Libro Azul cuando comenzó la Ufología con tal nombre. Uno de los asesores participantes en aquellas investigaciones fue Joseph Allen Hynek. A este astrónomo se le debe la clasificación en tipos de encuentros, mal traducido por «fases» en películas como Encuentros en la tercersa fase, también la decisión de cambiar el término «platillo volante» por el más genérico «objeto volador no identificado», traducido del inglés «unidentified flying object» (UFO),23​ término que persiste hasta nuestros días y da nombre a la disciplina que estudia los casos de ovnis, la ufología.

Los objetivos de dichos programas eran tres:

• Esclarecer si el espacio aéreo estadounidense estaba siendo violado.

• Saber si los platillos volantes podían constituir un peligro para Estados Unidos.

• Obtener, en la medida de lo posible, algún conocimiento o ventaja tecnológica.

En 1969, el último de dichos programas, el Proyecto Libro Azul, fue cerrado habiendo reunido decenas de miles de expedientes y con la conclusión clara de que los ovnis no suponían un peligro para la seguridad nacional.

Líneas de investigación

En las investigaciones financiadas por las distintas administraciones participaron algunos de los más conocidos expertos, bien como directores o como asesores, entre ellos los cuatro que han marcado las cuatro líneas de la literatura ufológica:

• Donald Keyhoe: ingeniero aeronáutico y postulador de la hipótesis según la cual las Fuerzas Aéreas estadounidenses tenían pruebas de la llegada de seres extraterrestres.

• Josef Allen Hynek: astrónomo y más moderado en los planteamientos que Keyhoe, también terminó afirmando que se ocultaban pruebas sobre la existencia de visitas extraterrestres.

• Carl Sagan: astrofísico y defensor de la vida extraterrestre, pero escéptico de que la Tierra haya sido visitada en el presente o en algún momento del pasado.

• Donald Menzel: astrónomo y aún más escéptico que Sagan, autor de la frase «en primer lugar esos objetos si están identificados, sabemos lo que son, en segundo lugar en muchos casos no son volantes y, por último, en la mayoría de los casos ni siquiera son objetos». ... (ver texto completo)
Ovnis contemporáneos

A finales del siglo xix se produjo la denominada oleada de aeronaves de 1896-1897, también referidas como dirigibles misteriosos o dirigibles fantasma, aludiéndose a la visión de una clase de objetos voladores no identificados reportados a partir de una serie de informes periodísticos originados en el oeste de Estados Unidos y que se extendieron hacia el este del país desde finales de 1896 hasta principios de 1897. Se consideran la antesala y los predecesores culturales de ... (ver texto completo)
Historia

No existe acuerdo respecto al momento en que comenzó la historia de los ovnis. Para Ted Wilding-White, J. J. Benítez, Erich von Däniken o Jacques Vallée los avistamientos de objetos sin identificar se remontan tanto como historia tiene la Humanidad. Para autores como Ricardo Campo, Luis Alfonso Gámez​ o Carl Sagan es un mito contemporáneo que comienza a finales de los años cuarenta.

Ovnis en la Edad Antigua, Media y Moderna

Artículo principal: Hipótesis de los antiguos astronautas

Véanse ... (ver texto completo)
Terminología

El primer nombre dado a luces o formas en el cielo desconocidas para el espectador fue el de «platillo volante» o «platillo volador», del inglés flying saucer. El término «platillo volador» se popularizó en 1947 debido a un error periodístico. El 24 de junio, el piloto civil estadounidense Kenneth Arnold —mientras volaba sobre la cordillera de las Cascadas (en el estado de Washington)— vio una formación de nueve objetos con forma de búmeran que volaban a una velocidad (estimada por ... (ver texto completo)
Contexto histórico

Autores como Luis Alfonso Gámez, Ricardo Campo​ o Neil de Grasse Tyson han insistido en la gran importancia de los antecedentes históricos que rodeaban el nacimiento y la popularización del término «ovni».

A finales del siglo XIX y principios del xx, Percival Lowell había publicado varias obras sobre Marte en las que postulaba que las líneas oscuras divisadas por Giovanni Schiaparelli en la superficie marciana constituían una red de canales creados por una civilización inteligente, ... (ver texto completo)
Ovni
(Redirigido desde «OVNI»)

El término objeto volador no identificado, más conocido por el acrónimo ovni, 2​nota 1​ se refiere a la observación de un objeto volador, real o aparente, que no puede ser identificado por el observador y cuyo origen sigue siendo desconocido después de una investigación.

El acrónimo fue creado para reemplazar al de «platillo volante», ya que a diferencia de este un ovni no tiene por qué ser necesariamente un objeto tecnológico o tripulado (puede ser también una estrella, un meteorito o un avión desconocido), y ha llegado a trascender más allá de las simples observaciones aéreas. Aunque autores como Erich von Däniken o Jacques Vallée han apuntado que los antiguos carros de los dioses o las apariciones y raptos en bosques y pantanos podían ser el equivalente a los relatos ovni actuales, el fenómeno comenzó en 1947, íntimamente vinculado a los medios de comunicación.

Su interés para los gobiernos ha ido decreciendo al encontrarse explicación a la mayoría de los casos y no apreciarse nada especialmente raro ni misterioso en los no aclarados. Sin embargo, la tendencia parece opuesta en la literatura especializada en estos temas, que ha ido creciendo en número de cabeceras y tirada, para pasar a recoger también supuestos contactos telepáticos, pretendidos secuestros y declaraciones sobre experimentos genéticos realizados por los tripulantes de dichos objetos. Todas estas afirmaciones extraordinarias tienen en común la ausencia de pruebas extraordinarias que las demuestren. Pese a la total ausencia de las mismas, la hipótesis extraterrestre sigue siendo tema de debate. ... (ver texto completo)