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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

¿La llevamos a la lumbre?
Foto enviada por eufra7dos@hotmail.com

Yo creo que la idea de llevar a calentar el agua a la lumbre fue una buena idea, porque si hubiesen tenido que lavar "el gorrino chuscarrao" con agua fría con el frío que debió hacer aquel día... ¡No quiero ni pensar cómo se les hubiesen quedado los dátiles ¡
Estos cuatro procurando
poner el agua abrasando,
porque otros mozalbetes
siempre se hallan tiritando
convertidos en sorbetes...
Ahora cuando hayan terminado de colocar el balde de agua encima de las trébedes, preguntaré a estos chicos a ver si les ha gustado el Cuento "sicalíptico" que les he contado. Jajajajajaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa aa
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Hacía sólo un momento que se había metido en el sobre, es decir, en la cama, cuando, dieron dos golpes en la puerta; abrió nuestro paisano, y se encontró con el patrón, que en un tono bastante áspero, lo despidió de su casa por inmoral, y al tratar de defenderse el de Villar de Cañas, decía el cuantacuentos que dijo: Caballero no se moleste. Pepa me ha confesado todo, usted, ha querido violarla, ella ha resistido, y en la lucha han roto ustedes un botijo, sirviendo el agua de prueba para descubrirle, ... (ver texto completo)
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Al día siguiente, decía el que explicaba el cuento, nuestro paisano se marchó de aquella casa renegando de las criadas montañesas con formas exuberantes y de los botijos que se rompen tan a destiempo y cuando iba a renegar también de los botijeros, y ya en la escalera, se encontró con el Teniente de Caballería que se despidió de él muy amablemente y dibujando en su boca una sonrisa algo burlona.
Y EL CUENTO, COLORÍN, COLORADO..., ¡POR ALGUNA NARICILLA CHATILLA SE HA ESCAPADO!
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En la refriega, según explicaba el cuentacuentos, salieron a la cocina; y resbalando, el del "Coci" cayó sobre un botijo grande que estaba junto al cuarto de Pepa. Esta al verlos luchar, comenzó a gritar como verdulera de mercado pidiendo auxilio; entonces el adversario de nuestro paisano, acudió a ella para que callara, y el del "Coci" al verse libre, escapó a su habitación, con el alma llena de amargura y desesperación, y el cuerpo de contusiones y agua...
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Hacía sólo un momento que se había metido en el sobre, es decir, en la cama, cuando, dieron dos golpes en la puerta; abrió nuestro paisano, y se encontró con el patrón, que en un tono bastante áspero, lo despidió de su casa por inmoral, y al tratar de defenderse el de Villar de Cañas, decía el cuantacuentos que dijo: Caballero no se moleste. Pepa me ha confesado todo, usted, ha querido violarla, ella ha resistido, y en la lucha han roto ustedes un botijo, sirviendo el agua de prueba para descubrirle, ... (ver texto completo)
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Pues bien, al procurar orientarse en aquella oscuridad reinante, su mano tocó una cara suavísima, que le recordó a la Virgen de la cabeza, y bajando un poco la cabeza, depositó en ella un beso apasionado, el cual fue contestado por un sonoro bofetón terrible; y, al querer sujetar aquella mano que tan mal correspondía a sus caricias, se encontró con que eran dos las personas que había en el lecho y una de ellas varón, y que este menudeaba de tal manera sus golpes, que la defensa del paisano aunque ... (ver texto completo)
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En la refriega, según explicaba el cuentacuentos, salieron a la cocina; y resbalando, el del "Coci" cayó sobre un botijo grande que estaba junto al cuarto de Pepa. Esta al verlos luchar, comenzó a gritar como verdulera de mercado pidiendo auxilio; entonces el adversario de nuestro paisano, acudió a ella para que callara, y el del "Coci" al verse libre, escapó a su habitación, con el alma llena de amargura y desesperación, y el cuerpo de contusiones y agua...
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El hermano X, siguió contando que, en la habitación, un olor especial, voluptuoso, puso al del "Coci" los nervios en tensión; avanzó un poco y escuchó con la oreja bien colocada. Sólo se oía una respiración tranquila: estaba durmiendo...
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Pues bien, al procurar orientarse en aquella oscuridad reinante, su mano tocó una cara suavísima, que le recordó a la Virgen de la cabeza, y bajando un poco la cabeza, depositó en ella un beso apasionado, el cual fue contestado por un sonoro bofetón terrible; y, al querer sujetar aquella mano que tan mal correspondía a sus caricias, se encontró con que eran dos las personas que había en el lecho y una de ellas varón, y que este menudeaba de tal manera sus golpes, que la defensa del paisano aunque ... (ver texto completo)
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Y así, a oscuras y sin candil, y con toda clase de precauciones, -decía aquel hombre que-, el de Villar de Cañas, se dirigió a la alcoba donde dormía la montañesa, situada en la cocina. Llegó al fin, y... ¡Oh felicidad!, la puerta estaba entornada y empujándola suavemente pudo entrar en la habitación...
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El hermano X, siguió contando que, en la habitación, un olor especial, voluptuoso, puso al del "Coci" los nervios en tensión; avanzó un poco y escuchó con la oreja bien colocada. Sólo se oía una respiración tranquila: estaba durmiendo...
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Así que, entre el calor y aquellos pensamientos, el del "Coci" se encontraba en una situación que le hizo decidirse a ir y hablar claro con la Pepa...

¿Y qué mejor ocasión que aquella, que estaría solita en su cuarto y por consiguiente nadie les molestaría...?
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Y así, a oscuras y sin candil, y con toda clase de precauciones, -decía aquel hombre que-, el de Villar de Cañas, se dirigió a la alcoba donde dormía la montañesa, situada en la cocina. Llegó al fin, y... ¡Oh felicidad!, la puerta estaba entornada y empujándola suavemente pudo entrar en la habitación...
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Contaba el cuentacuentos, que nada más verla, produjo en el del "Coci" tal impresión, que empezó a requebrarla y a permitirse alguna que otra confianza, siempre que tenía ocasión, así que una noche, de esas noches de verano, en que el calor sofocante que se siente hace que apenas se respire en la calle, y por consiguiente menos se respire en las casas, se encontraba en su habitación acostado y sin poder dormir, fija en la mente la figura de la Pepa (que este era el nombre de aquella sirvienta), ... (ver texto completo)
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Así que, entre el calor y aquellos pensamientos, el del "Coci" se encontraba en una situación que le hizo decidirse a ir y hablar claro con la Pepa...

¿Y qué mejor ocasión que aquella, que estaría solita en su cuarto y por consiguiente nadie les molestaría...?
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Según decía, tenían en la casa una criada montañesa, mujer de unos veintipocos años; alta, morena, de ojos grandes y oscuros, labios rojos, incitantes caderas y pechos tan desarrollados y robustos, que tenían un ligero movimiento cuando andaba...

(Cuando llegó la explicación aquí, yo no pude por menos que pensar en la quincallera o en alguna más de ese estilo, que era que, si no andaban listas ahogaban a sus hijos lactantes entre carnes)
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Contaba el cuentacuentos, que nada más verla, produjo en el del "Coci" tal impresión, que empezó a requebrarla y a permitirse alguna que otra confianza, siempre que tenía ocasión, así que una noche, de esas noches de verano, en que el calor sofocante que se siente hace que apenas se respire en la calle, y por consiguiente menos se respire en las casas, se encontraba en su habitación acostado y sin poder dormir, fija en la mente la figura de la Pepa (que este era el nombre de aquella sirvienta), ... (ver texto completo)
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Según explicaba aquel hombre (su nombre lo omito), uno de Villar de Cañas tuvo que ir a Madrid un verano para arreglar uns asuntos, y tomó una habitación en una casa de huéspedes de las del centro. Por aquella época había pocos pupilos en estas casas y sus compañeros se reducían a un Teniente de Caballería y un Empleado de Hacienda, a más de los dueños de la casa, matrimonio ya entrado en años...
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Según decía, tenían en la casa una criada montañesa, mujer de unos veintipocos años; alta, morena, de ojos grandes y oscuros, labios rojos, incitantes caderas y pechos tan desarrollados y robustos, que tenían un ligero movimiento cuando andaba...

(Cuando llegó la explicación aquí, yo no pude por menos que pensar en la quincallera o en alguna más de ese estilo, que era que, si no andaban listas ahogaban a sus hijos lactantes entre carnes)
En la época de matanzas se podían escuchar historietas o cuentos como este que oí una vez a una persona mayor, y que para aquella época resulta un poco subido de tono...
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Según explicaba aquel hombre (su nombre lo omito), uno de Villar de Cañas tuvo que ir a Madrid un verano para arreglar uns asuntos, y tomó una habitación en una casa de huéspedes de las del centro. Por aquella época había pocos pupilos en estas casas y sus compañeros se reducían a un Teniente de Caballería y un Empleado de Hacienda, a más de los dueños de la casa, matrimonio ya entrado en años...
En la época de matanzas se podían escuchar historietas o cuentos como este que oí una vez a una persona mayor, y que para aquella época resulta un poco subido de tono...
Buenas tardes para los que sólo ojean, para los que miran, para los que leen, para los que escriben y para los vergonzosos en general.

Ya veo que Eufra, Rosa, Castilleja y Victoria, que son los que más escriben, se fueron a pasar el fin de semana descansando por esos mundos de Dios. Yo hasta hoy con mi nietecillo, que ya dentro de poco será un "nietarrón" porque hay qué ver cómo "zampa" (¡si le dejásemos, claro!) Yo creo que le pones una sartén de gachas, y es capaz de comérselas. De momento sólo ... (ver texto completo)