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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

año más de vaquilla
Foto enviada por cuenka

El espectáculo se contempla en silencio, lo que choca con los encierros de la mañana. Está prohibido utilizar flash para no distraer a los animales. Si no has estado nunca en Sanfermin es posible que todo el asunto te deje un poco frío. Para los de aquí la cosa tiene cierta mística, seguramente por el silencio y la luz de la luna.
El encierrillo tiene unos 440 metros de recorrido. Minutos antes de empezar, un grupo de policías municipales despejan el recorrido y el mayoral distribuye a los pastores. Un toque de cornetín anuncia que el corral de llegada (Santo Domingo) está libre. Un guardia en el puente de la Rochapea, al oírlo, da un segundo toque: la subida a los corrales está también despejada. Entonces sale la manada con los pastores detrás.
Para verlo hace falta un pase que se puede conseguir en la oficina del Área de Cultura del Ayuntamiento que está en la calle Descalzos. Para saber cuando pasarte llama al servicio de información del ayuntamiento: el 010. Suelen repartir dos pases por persona. Es muy importante el orden, la puntualidad y el silencio porque los toros sino pueden despistarse.
El encierrillo
Le llamamos así al traslado de víspera (en torno a las once de la noche), de los seis toros de la corrida, desde los corrales del gas hasta los de Santo Domingo, de donde empezará el encierro. Se hace sin corredores.
Bueno, pues eso es un encierro. Ahora, si has llegado despierto al amanecer, puedes optar entre irte a dormir, cometer la barbaridad de correr o intentar conseguir un sitio para verlo a buen resguardo.
Entonces la cosa se complica y se pone muy peligrosa. Normalmente oirás enseguida un tercer cohete (esto significa que todos los toros están ya en la plaza), y cuando todos hayan entrado en sus corrales, un cuarto que anuncia el final de todo. Entre el primer y el último cohete habrán pasado normalmente sólo unos dos minutos, pero ¡vaya dos minutos!.
Cuando la carrera termina
Cuando los toros han pasado, el encierro ha acabado para ti y sientes la gran satisfacción de seguir vivo, eso si algún toro no se separa de la manada y da la vuelta en el recorrido, cosa que pasa de vez en cuando.
Al peligro que tiene correr delante de los toros (un toro, para quien no lo sepa, es un animal de unos 600 kilos de peso, armado de unos cuernos que hacen mucho daño) y a las posibles cornadas y pisotones, se añade el problema de que son cientos los que corren el encierro. Así que hay que estar muy atento para no tropezarse o ser derribado por otros corredores. La masificación es especialmente grave durante los fines de semana puesto que entonces se duplica la cantidad de visitantes que vienen a ... (ver texto completo)
La cosa consiste pues en empezar a correr, primero despacio, después a toda leche, antes de que lleguen, aguantar delante de ellos (más o menos cerca según tus ganas de jugarte la piel) y apartarte limpiamente de su trayectoria, procurando sobre todo no cruzarte ni poner en peligro a otros corredores (contra la pared o saltando a una valla si la hay).
El inicio de la carrera
Los toros corren que se las pelan, es imposible ganarles ni aguantarles mucho tiempo (información interesante para quien tenga pretensiones atléticas)
Si el tercer cohete no suena es que no han llegado todos los toros al albero o que alguno de ellos se ha dado la vuelta. Los corredores deberán estar atentos a esta señal a pesar de haber sido rebasados por la manada, especialmente si se encuentran más allá de las vallas de seguridad de la curva de Mercaderes o bajada de Javier.
El cuarto cohete avisa de que toda la manada se encuentra segura en el corral de la plaza. Éste aviso permite reabrir las calles y avisar al dispositivo de seguridad de que la ciudad puede seguir con la fiesta.
Cuando los toros llegan a la plaza y la puerta está cerrada, se lanza el tercero de los cohetes. Esta señal avisa de que ya no hay toros en el recorrido.
El segundo cohete avisa de que todos los astados han salido del corral de Santo Domingo. Si entre ambos estallidos pasa mucho tiempo, es señal inequívoca que desde la salida la manada puede ir separada porque algún toro ha tardado en salir.
El primero avisa de que se inicia el encierro y espolea a la manada adormilada en el corral. Los corredores sueltan la adrenalina y pueden calcular mentalmente el tiempo aproximado que resta para que aparezca el primer toro en su zona.