Cuando jugaba y caias varias veces en el pozo y las otras casillas de penalización, la verdad daba una rábiaaaaaaaaaaaaa que ni te cuento, jejje. saludos Milagros.
Pues anda que, si jugabas al Parchís, te comían, y te mandaban para casa... ¡Bueno, esa forma de comerte siempre molestaba! Había otras que no, eh... ¡todo hay qué decirlo! Jajajjajjajajjajaaaaaaaaaaaaa