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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

Bajo los ojos del puente
Foto enviada por Qnk

—Pero mi padre se enfadará conmigo

si me niego a matar dragones —dijo Grogro.

—No… se sentirá orgulloso de ti, ¡orgulloso de tener por hijo a un ogro dorado!
Has matado al Monstruo del Cieno, y ahora esta tierra estéril recobrará la vida. Pero recuerda que seguirás siendo un ogro dorado sólo si no matas, a menos que te veas forzado a hacerlo.
Soy… soy… ¡un ogro dorado! —Así es, hijo mío. Eres un ogro dorado, porque te has comportado con valentía y no has matado al monstruo llevado por el odio, sino en defensa propia. Fíjate, Grogro, el desierto se está transformando en un hermoso y exuberante vergel.
¡Aparecía completamente clorado de los pies a la cabeza! El sol relucía sobre su cuerpo dorado.
Subido a lomos de Zagón, Grogro voló hasta el lago.

— Ahora lávate las manos, Grogro. Es posible que te lleves una sorpresa. Grogro se lavó las manos en el agua fresca y cristalina del lago. Entonces comprobó que, debajo del cieno verde oscuro, sus manos no eran duras, pálidas y rosadas, sino suaves, relucientes… ¡y doradas!
El torrente le condujo túnel abajo hacia la entrada de la montaña. Una vez allí, consiguió distinguir, en la pálida luz purpúrea, a Zagó que agitaba sus alas furiosamente el ogro cayó precipitándose hacia las negras y afiladas rocas. De pronto sonó ua zumbido tremendo. Era Zagón que se remontaba en el aire. Instantes después, asió a Grogro con sus poderosas garras. — ¡Bravo, chico, has matado al Monstruo del Geno! Sabía que lo lograrías. Eres un héroe. Pero creo que deberías quitarte ese horrible ... (ver texto completo)
Grogro cayó de cabeza en el denso torrente.

Al instante se halló flotando sobre una ola de cieno.
Grogro cerró los ojos y fue a caer violentamente en el mismo centro del corazón del monstruo. Sintió que la espada se clavaba hasta la empuñadura y sonó una tremenda explosión. Entonces brotó del monstruo un gran chorro de cieno verde. Su cuerpo comenzó a encogerse, haciéndose más y más pequeño, desinflándose como un viejo y arrugado globo.
Los tentáculos se extendían hacia él como látigos. ¡Ahora o nunca! Grogro saltó; ¿sobre el monstruo dirigiendo la espada hacia el centro de su terrible corazón, cuyos latidos resonaban como truenos.
El ogro Grogro

Capítulo 3

Grogro estaba atrapado, i El Monstruo del Cieno se había despertado! Sus gruesos y viscosos tentáculos se alargaban hacia arriba. A Grogro no le dio tiempo de atravesar el puente de piedra y alcanzar el saliente que le llevaría junto al corazón del monstruo. Pensó en lo que le había dicho Zagón: “ ¡Sé valiente y piensa!” Debajo de él se encontraba el negro corazón del monstruo. “Piensa, piensa”, se dijo Grogro. Los tentáculos se aproximaban cada vez mas. ‘Piensa, Grogro, ... (ver texto completo)
Entonces vio a Grogro, solo en el puente. Alargó sus poderosos tentáculos para atraparle. Temblando, Grogro levantó la espada…
El monstruo se despertó. Sus cientos de párpados comenzaron a abrirse, al tiempo que su corazón latía más y más deprisa.
De pronto, un largo y grueso tentáculo rozó su pie. Grogro dio un salto atrás horrorizado. Pero, al saltar, resbaló. Con un gesto desesperado extendió la espada para recobrar el equilibrio, más ésta chocó con la roca. Un fuerte ¡CLANG! sonó a través de la montaña hueca.
Sé valiente y piensa”, había dicho Zagón a Grogro. Así pues, conteniendo la respiración, alzó la espada de su padre y se dirigió hacia el corazón del monstruo. El puente estaba recubierto de cieno y la roca se hallaba tan resbaladiza que Grogro avanzaba muy lentamente. Por fin se encontró encima del palpitante corazón del monstruo.
Ante él se abría el vasto interior de la montaña/ cuya mitad se hallaba ocupada por el monstruo. Este yacía como un mar verde, agitándose mientras dormía. Sus numerosos tentáculos no cesaban de serpentear. Cientos de ojos cerrados se movían arriba y abajo al tiempo que respiraba. Sobre el monstruo había tendido un largo y estrecho puente de roca. Grogro debía cruzarlo para alcanzar un saliente que le conduciría junto al corazón del monstruo.