En una ocasión, el perro cansado de jugar, se sintió hambiento. Al ver que su dueño seguía durmiendo se acercó al asno y el dijo: Agáchate,
amigo, y déjame que pille de la alforja algún bocado, que llevo muchas horas sin
comer nada. El asno, aunque quería dárselo, pensó que a su dueño le molestaría que su amigo el perro cogiera algún alimento sin el permiso de su dueño, y por ello no se lo permitió. Entonces su amigo el perro se quedo muy triste y se alejó un poco de su amigo el asno, el asno siguió
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