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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

Primeras flores de primavera
Foto enviada por cuenka

Al poco de reemprender su camino, una sombra oscura le hizo levantar la vista. Una inmensa águila de alas gigantescas se abatía sobre ella.
Siguió caminando y al poco rato vio una siniestra silueta deslizándose entre los arbustos. ¡Era un tigre que avanzaba sigilosamente hacia ella!
Linda caminaba junto a un arrozal en dirección a la selva, cuando vio a un gigantesco gorila que avanzaba entre los árboles balanceándose y con los brazos colgando.
Puedo salir sola de paseo con mi nuevo parasol? —le preguntó a su madre.

—Está bien, pero no tardes y ten mucho cuidado.
El parasol

El cumpleaños de Linda caía en la época más calurosa del año, cuando la gente huía del ardiente sol en busca de lugares frescos. Así que para su cumpleaños, sus padres le regalaron un bonito parasol.
Dónde puede estar metido que jamás lo pude ver; por más que seguí sus pasos nunca pude dar con él.
Vive acaso en la azotea o en un tiesto en un balcón o en las ramas de algún árbol o metido en un cajón?
Buenas tardes Qnk. Igual que estas, o muy parecidas, las tengo yo en las jardineras de mi terraza, mezcladas con las flores de color fucsia y blanco de los geranios. Ahora están espectaculares, así que solamente por eso he de decir: ¡Viva la Primavera!
Allí, su espíritu enamoradizo tuvo que rendir penitencia durante el resto de su vida y pedir por la salvación eterna de aquellos dos muchachos que la quisieron y fueron capaces de dar su vida por ella.
ue una noche de muerte en Cuenca donde dos enamorados quisieron vengar su honor.

Noche de desconsuelo y deseo de no existir para la joven Inés que vio que, por ella, habían sido capaces de morir sus dos amantes.

Considerada culpable de la muerte de los dos muchachos y de haber cometido perjurio fue recluida en el Convento de las Petras.
Viéndose acorralado salió huyendo por el Camino de Ronda con la intención de saltar a un sendero para internarse en el bosque y así poder desaparecer.

Pero el destino estaba marcado para Inés…

Cuando Lesmas saltó hacia el sendero cayó en fatal posición y se desnucó.
Aprovechando la inocencia de Julián, Lesmas le atravesó el corazón hiriéndolo de muerte.

Reinó de nuevo el silencio en Cuenca mientras uno de sus jóvenes teñía de sangre el pasadizo del Cristo.

Inés creyó morir también. Cuando fue consciente de lo que había ocurrido comenzó a pedir ayuda a la guardia que, rápidamente, apareció en el lugar.

Pero ya no había nada que hacer, Julián estaba muerto y Lesmas, junto a él, limpiaba la sangre de su espada.

Mientras la guardia se acercaba por los ... (ver texto completo)
Muerto de celos y poseído por la ira, presintiendo que su amada había roto su promesa desenvainó su espada y se lanzó contra el acompañante de la joven.

Pero Lesmas, que también estaba instruido en el arte de la guerra, cuando oyó aquel silbido del metal desenvainó para defenderse.

Y de pronto, en el silencio de la noche, dos jóvenes enamorados quisieron que el filo de la espada decidiera quien era merecedor del amor de la muchacha.

Ruidos de metal que se perfilaron en la oscuridad y maldiciones ... (ver texto completo)
En tierras italianas, aquel muchacho trabajador y honrado fue adquiriendo fama y honor entre sus superiores. Julián mostró una gran inteligencia y fortaleza en todas las ocasiones.

Pero esa actitud no era más que la fuerza que le daba su amada Inés y su deseo de pasar el resto de sus días junto a ella.

Acabadas las guerras cada uno fue regresando a sus ciudades de origen. Julián, impaciente por volver a Cuenca, no había contado a Inés sus galardones obtenidos.

Su pretensión era ofrecérselos ... (ver texto completo)
Y así, noche tras noche, la muchacha volvió a revivir la misma situación con otro hombre. La madre, que se dió cuenta de la actitud de su hija, la reprendió furiosamente recordándola que tenía una promesa pendiente con Julián y el Cristo del Pasadizo.

Pero Inés era como un pajarillo joven con ganas de volar en libertad y no hizo caso de los consejos de su madre.

Prefirió escuchar las palabras de amor que le dedicaba Lesmas todas las noches a seguir con la incertidumbre de saber si Julián volvería ... (ver texto completo)