Al alba, Julián marchó junto a las tropas del rey y se alejó de Cuenca.
Inés pasaba todas las tardes triste y aburrida junto a su reja. De vez en cuando rezaba y pedía al Cristo que Julián volviera sano y salvo. La bella muchacha recibía algún mensaje de su amado contando que todo marchaba bien.
Pero los días se hacían eternos para una joven hermosa que era pretendida por varios muchachos. Entonces, Inés, comenzó a interesarse por un joven que no paraba de cortejarla diariamente.
Tan bonitos ... (ver texto completo)
Inés pasaba todas las tardes triste y aburrida junto a su reja. De vez en cuando rezaba y pedía al Cristo que Julián volviera sano y salvo. La bella muchacha recibía algún mensaje de su amado contando que todo marchaba bien.
Pero los días se hacían eternos para una joven hermosa que era pretendida por varios muchachos. Entonces, Inés, comenzó a interesarse por un joven que no paraba de cortejarla diariamente.
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