Gracias chavala por esa alegría tuya; ahora tienes que procurar que al tuyo no le ocurra lo mismo para ser tan feliz como yo, pues por suerte, tanto Javier, hace cuatro años, como yo, hace dos, salimos del trance de sendos infartos, así que... ¡Demos gracias a Dios, a las manos de los médicos, y a los avances de la Ciencia!
Un beso, guapa.
Un beso, guapa.
Creo que por mucho que nos cuidemos cuando nos ''toca''no podemos nada mas que pedir que llegen a tiempo, y Dios y los médicos puedan sacarnos como tu dices del trance. Tambien es casualidad que los dos hayais pasado por lo mismo, por suerte los dos estais para contarlo, y eso es lo que importa. Besos