Fuiste inocente cordero
que, cabalgando con la cruz,
te insultaban y te azotaban,
y, ya casi sin aliento,
un hombre te ayudaba.
Las piedras que había en el suelo
a Jesús paso le daban,
con sus pies ensangrentados,
todos llenitos de llagas, ... (ver texto completo)
que, cabalgando con la cruz,
te insultaban y te azotaban,
y, ya casi sin aliento,
un hombre te ayudaba.
Las piedras que había en el suelo
a Jesús paso le daban,
con sus pies ensangrentados,
todos llenitos de llagas, ... (ver texto completo)