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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

Los geranios
Foto enviada por cuenka

Que agradecidos son los geranios; por lo menos los de mis balcones, que a pesar del frío que está haciendo este año, continúan floreciendo como si tal cosa. ¡Qué alegría ver cómo florecen!
Marta puso su cabeza en el pecho de su madre, sonrió y feliz se dispuso a dormir
“ ¡Por Dios como has crecido entonces. ¿Cuándo ha ocurrido esto? Tenemos que apuntar en la pared tu altura y consultar cada poco tiempo, pues estas creciendo como un gigante.”
“No puedo, estoy tocando la pared.”
“Muévete un poco,” dijo mamá, dándole un empujón a Marta con su trasero.
Los dos se rieron y se metieron en la cama de Marta juntas, abrazadas bajo el edredón. Era acogedor, pero un poco apretado.
“Estoy empezando a sospechar que la hierba del acuario es buenisima ¿no crees?”
“ ¿Pero de dónde ha salido?”
Allí, escondido en la curva del arco, perfectamente oculta en la piedra oscura, estaba sentado el pequeño caracol. Y sorprendentemente junto a él habia otro caracol de agua, incluso más pequeño que él.
“ ¿Qué?” Marta cogió la lupa y miro donde su madre estaba señalando.
“ ¡Ajá!” Mamá de repente gritó.
Se sentaron una junto a la otra y empezaron a mirar por todas las partes del acuario, en las esquinas entre las grandes piedras, en la grava y la espiga de agua
“He recordado que papa tiene esta lupa gigante para ver bien su colección de sellos”, dijo. “Extra de gran alcance, para la caza del caracol”. Marta sonrió a su madre y saltó de la cama rápidamente..
La puerta del dormitorio se abrió y la cara de mamá apareció. Marta trató de ignorarla, pero era difícil cuando se acercó a la cama y se sentó junto a ella. Estaba sosteniendo una enorme lupa en sus manos.
“Nada en absoluto. Pero se hace más difícil de encontrar que si fuese grande.”

Marta salió corriendo de la habitación y se fué a su cuarto con lágrimas en los ojos, tumbandose en la cama.