¿tienes una pastelería?

ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

Los geranios
Foto enviada por cuenka

“Nada en absoluto. Pero se hace más difícil de encontrar que si fuese grande.”
“ ¿Qué hay de malo en ser pequeño?”
“No lo he hecho. Tuve mucho cuidado. Pero es muy pequeño.”
“Lo has aspirado ¿verdad,” dijo ella con un tono de voz y una cara que denotaban su enorme enfado.
“Ya aparecerá no te preocupes, es muy pequeño y se puede esconder en cualquier sitio.” fue todo lo que dijo. “Ahora a la cama Marta. Tengo montañas de trabajo que hacer para ponerme al día.”
Bajó las escaleras, su madre estaba en el estudio, rodeada de papeles. Tenía sus gafas puestas y el pelo todo revuelto en el lugar donde había estado pasando sus manos, se notaba muy concentrada. Marta le dijo que seguía sin ver al caracolito y que estaba muy preocupada.
Esa noche, Marta volvió a comprobar el acuario. El agua se había instalado y se veía preciosa y clara, pero no había ni rastro del pequeño caracol. Se tumbó en la cama e hizo algunos ejercicios, estirando sus piernas y los pies apuntando al cielo. El estiramiento era bueno para los músculos y cuando Marta terminó, se arrodilló a mirar otra vez el acuario, pero seguía sin haber rastro del caracol.
“Probablemente está en la grava”, dijo su mamá. “Vamos a acabar el trabajo, que tengo que hacer la comida todavía.” Saco todos los peces del bol y los dejó caer en el agua limpia del acuario. Los peces no dejaban de nadar y daban vueltas y vueltas, alegrandose de tener un agua tan limpia.
Marta miró por todos los lados del acuario. No había ni rastro del caracol de agua
“En el lado”, dijo mamá. Estaba ocupada concentrándose en echar el agua.”No te preocupes he tenido mucho cuidado con él.”
“ ¿Dónde está el pequeño caracol?” Preguntó Marta.
Se llevaron los peces con mucho cuidado y los pusieron en un bol muy grande que tenía mamá para cocinar mientras vaciaban un poco de agua. Mamá usaba una aspiradora especial para limpiar la grava, mientras que Marta recortaba la maleza del estanque para dejarla a un tamaño adecuado y frotó el arco y el tubo de filtro. Mamá vertió agua nueva en el acuario.
Ese fin de semana decidieron que había que limpiar el acuario. “Hay una gran cantidad de algas en los laterales”, dijo mamá.
En la escuela, ese día, Marta dibujó un elefante. Necesitaba dos pedazos de papel para hacer los colmillos pero a su maestra no le importaba porque estaba contenta con el dibujo y quería ponerlo en la pared de la clase. En la esquina del dibujo, Marta escribió su nombre completo, y dibujó pequeños caracoles sobre las “a” de su nombre. La maestra dijo que era muy creativa.
“Sí lo son. Pero las cosas grandes también pueden ser muy bonitas. Ahora date prisa, voy a perder el tren.”