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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

La esparraguera
Foto enviada por Qnk

Y con esto se terminó la pesadilla del hilado.
– Jamás mi linda esposa tocará una rueca.
Asustado, exclamó el hijo de la Reina:
– De tanto torcer el hilo -replicó ella-, de tanto torcer el hilo.
¿Y cómo tenéis este pulgar tan achatado?
Y a la tercera
– De tanto lamer la hebra -contestó la mujer-, de tanto lamer la hebra.
– ¿Y por qué os cuelga tanto este labio?
Pasó entonces el príncipe a la segunda:
– De hacer girar el torno -dijo ella-, de hacer girar el torno.
– ¿Cómo tenéis este pie tan grande?
– ¡Uf! -exclamó el novio-. ¡Cuidado que son feas tus parientas!
Y, dirigiéndose a la del enorme pie plano, le preguntó:
– ¡Bienvenidas, queridas primas!
Así, el día de la fiesta se presentaron las tres mujeres, magníficamente ataviadas, y la novia salió a recibirlas diciéndoles:
– ¿Y por qué no habríamos de invitarlas?