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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

Este perrito quiere una galleta?
Foto enviada por cuenka

– ¡Parece que estoy soñando! ¡Por fin tengo un hijo!
–Soy yo, Pinocho. ¿Es que ya no me conoces?
– ¡Eh! ¿Quién habla? –gritó Gepeto mirando a todas partes.
– ¡Hola, padre! –saludó Pinocho.
– ¡Qué bien me ha quedado! –exclamó–. Lástima que no tenga vida. Cómo me gustaría que mi Pinocho fuese un niño de verdad. Tanto lo deseaba que un hada fue hasta allí y con su varita dio vida al muñeco.
Pinocho

Hace mucho tiempo, un carpintero llamado Gepeto, como se sentía muy solo, cogió de su taller un trozo de madera y construyó un muñeco llamado Pinocho.
Total que el león, harto de la soberbia de su amigo, se abalanzó sobre el pavo real y se lo comió enterito de un solo bocado.
— Es una lástima que no seas tan listo como yo —dijo el pavo real con orgullo—. Yo siempre tendré suficiente para comer, mientras tú vas a pasar hambre en más de una ocasión. Pero el pavo real hubiera debido saber que la paciencia tiene un límite y que el orgullo resulta molesto.
El pavo real sonrió satisfecho, mas el león estaba muy triste. Aquel día no había atrapado nada para comer y tendría que pasar hambre mientras su amigo se atracaba de jugosas ciruelas.
Pasó el tiempo y cuando los dos amigos volvieron a encontrarse en el claro del bosque, estaba repleto de ciruelos cargados de frutos.
Y al ver al león arañando la tierra, tratando de encontrar un hueso que hubiera empezado a crecer, se echó a reír y dijo:

— Eres todavía más estúpido de lo que pensé. Todos sabemos que es imposible hacer que crezcan los huesos plantándolos en la tierra.
Algunos meses más tarde, los dos amigos se encontraron nuevamente en aquel claro. El pavo real se sentía satisfechísimo porque los huesos de ciruela habían comenzado a dar fruto.
El león se sintió muy ofendido con el insulto del pavo real. “Le demostraré a mi amigo que soy tan listo como él.”

Y enterró cuidadosamente los huesos que habían sobrado de su festín.
—exclamó asombrado—. Debes ser el único animal del bosque que ignora lo importante que es plantar huesos de ciruela. De los huesos brotan árboles y éstos dan hermosas y jugosas ciruelas.
El pavo real era un ave orgulloso que creía saberlo todo.

— ¿Cómo puedes ser tan estúpido?