Como estaba abierta una ventana de la casita, salto`por ella Ricitos de Oro, y corrio sin parar por el bosque hasta que encontro el camino de su casa. Se desperto entonces la niña, y al ver a los tres Osos tan enfadados, se asusto tanto, que dio un salto y salio de la cama. - ¡Alguien esta durmiendo en mi cama! Al mirar la cama pequeñita, vieron en ella a Ricitos de Oro, y el Osito pequeño dijo: Siguieron buscando por la casa, y entraron en el cuarto de dormir. El Oso grande dijo: - ¡Alguien se ha acostado en mi cama! El Oso mediano dijo: - ¡Alguien se ha acostado en mi cama!