Buén fín de semana.
saludos. rs Y la hormiga le dio la espalda y terminó su desayuno. -Te conozco -gritó una de las hormigas- Tú te reías cuando yo te dije que fueses previsora. Piensa en el presente, me decías. Pues bueno, vé y consigúete tu propia comida ahora. -Oh, por favor, dadme un poquitín de vuestra comida -les suplicó- Vosotras tenéis mucho y yo no tengo nada. Al pasar junto a un grupo de hormigas, vio que estaban dando cuenta de un buen desayuno de trigo.