Valoración e influencia
El éxito de esta serie provocó que el resto de tebeos de aventuras de la época tendieran a perder su tono trágico y suavizasen su violencia, ganando en tono festivo. Tuvo imitaciones como Torg, hijo de
león (1960) y el mismo Víctor Mora ideó otras series con personajes parecidos: El Jabato (1958), ambientada en el Imperio
romano y con un guerrero íbero como protagonista; El Cosaco Verde (1960), ambientada en Rusia, y finalmente El Corsario de Hierro (1970) donde el protagonista es un navegante español del siglo XVII, época subsiguiente a la de los grandes descubrimientos geográficos. Su influencia también es perceptible en cómics muy posteriores, como Maese Espada (1982) de Adolfo Usero, con la que mantiene innegables similitudes.
Fuera de
España, el Capitán Trueno se difundió en diversos países de Hispanoamérica y de Europa, llegando a ser publicado en
Portugal,
Francia,
Alemania,
Italia, Grecia y Holanda, siendo en estos dos últimos países donde mayor popularidad alcanzó.
Entre las repercusiones de la serie en la cultura popular, caben citar las siguientes con respecto a la
música: en la década de los setenta el grupo de rock español Asfalto, en su primer álbum, le dedicó la canción Capitán Trueno, y el solista Miguel Bosé tituló uno de sus temas como El Hijo del Capitán Trueno. Hay que señalar, que pese al extraordinario éxito en Europa, si se consulta la
Biblioteca Pública de Nueva York únicamente aparecen referencias a la canción "Capitán Trueno".
Correos y Telégrafos también editó una serie de sellos conmemorativos del personaje.