Cortesía de José Manuel "Hache"
Hay veces que tenemos la suerte de contemplar este tapiz celeste.
El
color del
cielo
El color del cielo es resultado de la gran interacción de la luz solar con la atmósfera. En un día de sol el cielo de nuestro planeta se ve generalmente celeste. El color varía entre el naranja y rojo durante el
amanecer y al
atardecer. Cuando llega la
noche el color pasa a ser un azul oscuro. Durante el día el sol se puede ver en el cielo, a menos que esté oculto por las nubes. Durante la noche (y en cierto grado durante el día) la Luna, las estrellas y, en ocasiones, algunos planetas vecinos son visibles en el cielo.
Según explicaciones de la NASA "La luz del sol se ve blanca, pero en realidad está compuesta por todos los
colores del
arco-iris, del rojo al violeta, pasando por el naranja, amarillo, verde y azul, y todos sus matices", por otro lado, la luz viaja en "olas", vibrando a través del espacio. Algunos tipos luz viajan en olas largas y suaves, como las que componen el color rojo, mientras que otras, como el azul, viajan en olas más cortas. Si bien la luz viaja en línea recta, puede ser reflejada (como en un
espejo), curvada (como en un prisma), o bien dispersada (como cuando choca con ciertas moléculas). Cuando la luz llega al planeta Tierra, colisiona con las moléculas que componen la atmósfera, pero no todas lo hacen de la misma manera: las ondas lumínicas que viajan en las "olas más cortas", las azules, chocan más con las moléculas de la atmósfera que las largas, se dispersan entonces con más amplitud y frecuencia por el aire, "opacando" al resto y el cielo se ve azul.
A su vez, cuando el sol se pone en el horizonte, la luz que emite tiene que pasar por más cantidad de moléculas atmosféricas y entonces el azul se dispersa en exceso, dando oportunidad al resto de los colores, sobre todo a los que viajan en olas largas y suaves como el rojo, el naranja, y el amarillo, a que se manifiesten ante los ojos de quien mira un atardecer.
Por otro lado, en lugares sin atmósfera, como la Luna, por ejemplo, la luz del Sol no choca con moléculas y llega "blanca". De esa manera es que, desde la Luna, se puede ver el espacio directamente.