Cortesía de Jesús Lorenzo
VÍA LÁCTEA
Saltar a: navegación, búsqueda
Para otros usos de este término, véase Vía Láctea (desambiguación).
Vía Láctea
Tipo
Sb, Sbc, galaxia espiral
Diámetro
100-180 kal
Número de estrellas
100-400 miles de millones
Edad de la estrella más vieja
13,7 miles de millones de años
Masa
0,8-1,5 × 1012 Msol
Distancia desde el Sol al centro galáctico
25,77 ± 0,98 kal
Velocidad del Sol
239 ± 9 km/s
Velocidad de escape según la posición del Sol
550 km/s
Metalicidad
0,02
Velocidad de escape
~ 550 km/s-1
Distancia del Sol al centro galáctico
7900 ± 300 pc
Distancia del Sol al plano galáctico
8 - 14 pc
Coordenadas del polo norte galáctico
12 h 51 m 26 s y 27° 07′ 42″
Magnitud absoluta
–20,9
Módulo de distancia
14,51
Masa del disco
6 × 1010 Msol
Diámetro del disco
23 - 30 kpc
Periodo de rotación del Sol a la galaxia
203 Ma
Velocidad de traslación
220 km/s-1
vde
La galaxia de la Vía Láctea o simplemente la Vía Láctea es una galaxia espiral donde se encuentra el sistema solar y a su vez se encuentra la Tierra. Según las observaciones, posee una masa de 1012 masas solares y es una espiral barrada. Su diámetro medio se estima en unos 100.000 años luz, equivalentes a casi un trillón y medio (1,42×1018) de kilómetros o 9480 millones de unidades astronómicas. Se calcula que contiene entre 200.000 y 400.000 millones de estrellas. La distancia desde el Sol hasta el centro de la galaxia es de alrededor de 25.766 años luz (7900 pc), es decir, el 52 % del radio total galáctico. La Vía Láctea forma parte de un conjunto de unas cuarenta galaxias llamado Grupo Local, y es la segunda más grande y brillante tras la galaxia de Andrómeda (aunque puede ser la más masiva, como lo muestra un estudio reciente).
El nombre Vía Láctea proviene de la mitología griega y en latín significa
camino de leche. Esa es, en efecto, la apariencia de la tenue
banda de luz que atraviesa el firmamento terrestre, y así lo afirma la mitología griega, explicando que se trata de leche derramada del pecho de la diosa Hera (Juno para los
romanos). Rubens representa la leyenda en su obra El nacimiento de la Vía Láctea. Sin embargo, ya en la Antigua Grecia, el astrónomo Demócrito (460 a. C.-370 a. C.) sugirió que aquel haz blanco en el
cielo era en realidad un conglomerado de muchísimas estrellas demasiado tenues individualmente como para ser reconocidas a simple vista. Su idea, no obstante, no halla respaldo hasta 1609 cuando el astrónomo italiano Galileo Galilei hace uso del telescopio y constata que Demócrito estaba en lo cierto, ya que a donde quiera que mirase, aquel se encontraba lleno de estrellas.