Y luego el dios le prometió al Rey que súbitamente el Nilo se levantaría todos los años como antes y que la sequía se acabaría y llegaría el bien a la tierra; también le contó al Rey lo abandonando que se encontraba su templo de adoración, fue por ello que se decretó que las tierras en cada lado del Nilo cerca de la isla donde moraba Khnemu debían ser conservadas como la dote de su templo y el Rey ordenó que este decreto fuera tallado en una estela de piedra y se colocara en un lugar visible como... -Yo soy Khnemu el Creador. Mis manos descansan sobre ti para protegerte y para sanarte. Te doy un corazón… Yo soy el que te creó y yo soy el Nilo que se levanta a su antojo para conferir salud a quienes se afanan, yo soy el guía y dirigente de todos los hombres, el Todopoderoso, el padre de los dioses, el poderoso amo de la Tierra. El dios lo escuchó y apareció ante el Rey angustiado y dijo: De esta manera Mater le habló de la maravillosa isla de Elefantina, donde yacía la primera ciudad que jamás se conoció, que de ella salía el Sol para conferir vida a la humanidad. En esta isla también existía una cueva doble, Querti, con la forma de dos pechos, y de dicha cueva surgía la inundación del Nilo para bendecir la tierra con gran majestad cuando el dios Khnemu abría la puerta en la estación apropiada del año. Al saber quien era el dios encargado del río, procedió a ofrecer sacrificios e... El Rey envió un mensaje preguntándole a Mater, gobernador del Sur, dónde se ubicaba la fuente del Nilo y quién era el dios o diosa del río.