FIN ¿Qué diremos nosotros, los que hemos estado escuchando las historias? Pues diremos: - ¡Y yo! -asintió la Lluvia. - ¡Vamos a dejarlo! -dijo el Viento-. El Sol ha contado ya bastante. ¡Cómo me he aburrido! El cisne le llevó un pedazo de ámbar. Y como el ámbar atrae, atrajo corazones a su casa; el ámbar es el más precioso de los inciensos. Vino un perfume como de la iglesia, de la Naturaleza de Dios. Gozaron la felicidad de la vida doméstica, el contento en la humildad, y su vida fue un verdadero rayo de sol.