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Serie numismática del año 1980

La Copa Mundial de Fútbol de 1982 tuvo lugar en España, entre el 13 de junio y el 11 de julio de ese año.

El mundial tuvo como mascota a Naranjito y la pelota oficial fue la Adidas Tango España 82. El diseño no variaba mucho de la Tango de 1978, ambas usaban como material el cuero, pero este modelo traía costuras impermeables que reducían la absorción de agua en caso de lluvias.

Italia ganó el mundial al derrotar a Alemania Federal por 3-1 en la final. Con su tercer título (ganó los mundiales de 1934 y 1938), Italia igualó al también tricampeón Brasil bajo la tutela de jugadores como Paolo Rossi, Dino Zoff, Antonio Cabrini y Marco Tardelli.

Uno de los partidos más memorables del campeonato fue la semifinal entre Alemania Federal y Francia. Se produjo un terrible incidente cuando el portero alemán Harald Schumacher le cometió una fuerte falta al jugador francés Patrick Battiston, cuando éste estaba en camino de convertir un gol, dejándolo inconsciente. Los franceses se mostraron atónitos cuando el árbitro no expulsó al arquero y ni siquiera señaló la falta. Sin embargo, el partido también se destacó por sus momentos deportivos. Cuando el partido terminó 1-1, la selección francesa marcó 2 goles durante la prórroga. Sin embargo, los alemanes no se rindieron y marcaron otros dos goles para volver a igualar el partido. La prórroga terminó 3-3, y los alemanes ganaron la definición por penales 5-4, clasificándose nuevamente a una final del torneo.
(1980)
Son los mártires que en silencio saben ser católicos hasta las últimas consecuencias: la esposa que ante el "horror" de comunicar al marido que ha quedado embarazada nuevamente en circunstancias económicas desfavorables, saber ser valiente y consecuente con su realidad de católica y nunca piensa en el aborto como la medida "más fácil y segura" para no tener problemas con el marido. Jóvenes que llevan una vida impecable de castidad y pureza, guardando sus cuerpos limpios hasta el matrimonio, "sufriendo"...
El martirio de hoy

Un martirio nada lejano a nosotros en los que hoy en día se nos pide a los católicos ser mártires incruentos, es decir mártires que no derraman su sangre física, sino la sangre de la fidelidad a los mandamientos de la Iglesia. Es el martirio de la vida diaria, de los que como Ignacio proclaman con su ejemplo cotidiano que "no es justo hacer lo que la ley de Dios califica como mal para sacar de ello algún bien". De aquellos que aman tanto a Cristo y a la Iglesia "que respetan...
El 20 de diciembre del año 107, aunque este extremo no está confirmado, compareció ante el prefecto. Fue un trámite fugaz, inútil, ya que todo estaba decidido de antemano, y sin dilación fue conducido al anfiteatro Flavio. Allí unos leones dieron fin a su vida. Las Actas de los mártires reflejan este cruento sacrificio del gran prelado de Antioquia, cuyo sobrenombre de "Theophoros" (portador de Dios) sintetiza el acontecer de ese testigo de Cristo que derramó su sangre por Él. Había sido el primero...
La lucha, el esfuerzo, la entrega incesante, la fraternidad, el espíritu de familia, el ir todos a una, y ponerse a merced unos de otros, siempre mirando a quien presidía la comunidad, sin celos, rivalidades y envidias, alumbraron a los fieles a quienes las dirigió y a las sucesivas generaciones. El potente eco de su voz se abre paso en nuestras vidas y nos insta a seguir el camino hasta el fin, recordándonos el valor de la gracia que recibimos cuando nos afiliamos a la Iglesia: " ¡Vuestro bautismo...
Particularmente relevante fue su paso por Esmirna, sede de san Policarpo, que había bebido las fuentes primigenias del cristianismo de manos de san Juan. El edificante y rico legado de san Ignacio que amasó en ese lugar, además de las bendiciones que su presencia proporcionó a los cristianos de la ciudad, ha llegado a nuestros días. Se compone de una serie de cartas dirigidas a sus hermanos de Éfeso, Magnesia, Trales y Roma, a través de las cuales dejaba oír la poderosa voz de la fe que inundaba...