La serenidad y conocimiento de los amos, deberá distinguir la escaramuza eventual de la rarísima 'pelea verdadera' poniendo coto a esta última, si fuera necesario, pero dejando que los propios animales arreglen sus asuntos cuando no exista riesgo para su integridad física. Es lógico, sin embargo, que todos los canes de la vecindad establezcan un orden jerárquico dirimido a veces con 'los recién llegados' mediante pequeñas disputas o 'revolcones'. Las reuniones, sobre todo nocturnas, de dueños de perros, que a la misma hora salen de sus casas para pasear, suelen convertirse en agradables tertulias de amigos, que no podemos disfrutar si nuestro animal es agresivo o desobediente. Utilizando la traílla se combinará este adiestramiento elemental para el paseo parándonos en seco o girando a derecha e izquierda de forma que el animalito se habitúe a circular correctamente por la calle. Este tipo de aprendizaje, ha de iniciarse desde que el cachorro cumple los tres meses, pero muy suavemente, alternándolo con grandes períodos de 'libertad' que se irán amoldando, de forma que el perro libre ejecute los mismos ejercicios y acompase su andar al de sus amos.