Respecto a la selección de parentales en la especialidad de color, es necesario consultar con un experto a estudiar un texto monográfico, ya que conviene muchas veces no cruzar ejemplares de la misma intensidad cromática de una cierta tonalidad o introducir reforzadores de color para los canarios bronceados, ágatas y factor rojo, por ejemplo. La elección adecuada de hembras procedentes de estirpes de canto (timbrado español, roller o malinois) se complementa con la del macho adecuado, el mejor del que dispongamos del mismo tipo y especialidad. Así aseguramos la renovación de las poblaciones de las grandes pajareras, sin tener que soltar a los ejemplares que no se ajusten a nuestras necesidades. Aquellas pajaritas poco aptas para la cría el primer año, pueden madurar y tornarse excelentes madres al año siguiente; pero, sin embargo, vale más aislar y reincidir con las que demostraron mejores aptitudes, reponiendo el número necesario con otra tanda de jóvenes del año anterior. Estas avecillas dudosas serán albergadas en las pajareras con machos sanos, pero que no importe que se hibriden con cualquier consorte. Cuando se adquieran por vez primera canarias madres, es mejor comprar más hembras que las requeridas y todas nuevas, de menos de un año de edad, para poder ir eligiendo las que empollan y ceban mejor, las más aplicadas en la cría. etc. Las hembras de canario doméstico pueden criar hasta los cinco años en condiciones normales, ya que a partir de esa edad disminuye la fertilidad y el número de crías obtenidas por cada canaria.