Luz ahora 0,01400 €/kWh

100 pesetas Manuel de Falla, reverso, ALCONCHEL DE LA ESTRELLA

Billete de 100 pesetas, en homenaje a Manuel de Falla.

Patio de los surtidores del Generalife (Granada).

Manuel de Falla: el último billete de 100 pesetas

Por Vanessa Montesinos Muñoz
Miércoles 05 de octubre de 2016, 04:29h

Hablaremos en este artículo de uno de los billetes de mi infancia, el dedicado a Manuel de Falla, como homenaje a su labor artística. El último billete de 100 pesetas fue encargado por el Banco de España el 17 de noviembre de 1970, pero no se puso en circulación hasta el 20 de marzo de 1974. En el anverso vemos el busto del genial compositor gaditano, grabado por Antonio Manso Fernández; el mismo que aparece en la marca al agua. En el reverso Daniel Carande grabó el Patio de los Surtidores del Generalife de Granada. Impreso en litografía y calcografía, su tamaño es de 134 x 77 mm.

Retrato de Manuel de Falla por Ignacio Zuloaga. Ayuntamiento de Madrid

El Banco de España eligió el cuadro que pintara su amigo Ignacio Zuloaga de un Manuel de Falla en edad madura, cuando en 1932 se alojó en casa del pintor para acudir a la inauguración del Museo de San Telmo que el pintor abrió en Zumaia. En la actualidad, este cuadro pertenece al Museo Ignacio Zuloaga-Castillo de Pedraza en Segovia.

La imagen de este mismo cuadro se utilizó en un sello de 25 pesetas para correo aéreo de 1947. Fue grabado por Carlos Velamazán e impreso en calcografía por la F. N. M. T. Su tamaño es de 29 x 25mm.

Anverso y reverso del billete de 100 pesetas de 1970. Foto cortesía Félix Cuquerella.

Con la instauración de la Monarquía (1975) y las posteriores devaluaciones de la moneda a causa de las crisis económicas, el Ministerio de Hacienda creó una Comisión para el Estudio y Modificación del Sistema de Moneda Metálica. El Banco de España estaba a favor de la desaparición del billete de 100 pesetas, pero las monedas acuñadas en 1975 y 1980, eran demasiado grandes y apenas llegaron a circular. La Comisión emitió un informe en noviembre de 1981 en el que anunciaba la necesaria modificación del sistema monetario del país. Ese fue el principio del fin de nuestro billete de 100 pesetas, en 1982 se puso en circulación la moneda de 100 pesetas, conocida como la chocolatina, una de las monedas mejor aceptada por el público. Este billete comenzó a ser retirado por los bancos, aunque siguió siendo de curso legal hasta la instauración del euro.

Patio de la Acequia. Foto de la autora.

Actualmente el Patio de la Acequia conecta dos conjuntos de edificaciones. Las continuas modificaciones y restructuraciones hacen complicado conocer su aspecto original. Su planta se planteó similar a la del Patio de los Leones, pero el terreno obligó a que se creara un espacio estrecho y alargado, con una acequia central. Se concibió como un jardín interior con un mirador situado en el lado oeste, frente a él se alzó una pared alta con alero corrido que lo cerraba. Esta tapia fue rebajada tras la conquista de los Reyes Católicos, los cuales añadieron un estrecho corredor en el que aún se pueden ver sus escudos con el yugo, las flechas y el conocido lema de “Tanto Monta…” El mirador conserva en su interior la decoración de yeserías de los siglos XIII y XIV. Las ventanas bajas permiten ver, al que está sentado en el suelo, el paisaje que les rodea. En el centro vemos la citada Acequia Real, que abastece de agua los huertos, está flanqueada por surtidores cuyos chorros se cruzan, éstos fueron instalados en el siglo XIX. En los años 50 del siglo XX una excavación sacó a la luz su primitivo estado, documentándose doce caños.

Manuel María de los Dolores Falla y Matheu nació en Cádiz el 23 de noviembre de 1876. Sus primeras clases de solfeo las recibió de su madre, que era intérprete de piano. Continúa sus estudios musicales aprendiendo armonía y contrapunto. A los quince años la literatura y el periodismo pasan a un primer plano, fundando con unos amigos la revista literaria El Burlón y participando en El Cascabel. En 1893 asiste a un concierto en Cádiz que le hace descubrir su auténtica vocación. Viaja a Madrid donde ingresa en el Conservatorio de Madrid. Felipe Pedrell fue uno de sus profesores y quién le abrió las puertas al conocimiento de la música española. Con su primera ópera La vida de Inés, ganó el primer premio de un concurso convocado por la Real Academia de Bellas Artes.
(17 de Noviembre de 1970)