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Camino de La Cañada Marta, ALCONCHEL DE LA ESTRELLA

Ruta nº 14. Camino de La Cañada Marta
VIERNES 24 de AGOSTO 2018 07:58

RECORRIDO

Iniciamos la marcha, como siempre, en La Esquina de Costumbre, bajamos a la carretera girando a la izquierda en dirección Madrid. Pasamos "Las Columnas" y seguimos bajando, dejando "Los Barrancos" y "La Cruz de La Muerta, a la derecha, y La Colada de Fuentelespino de Haro. Llegamos al Camino de Villar de Cañas y seguimos carretera abajo hasta cruzar el puente sobre el Arroyo Cazarejo. Ya en "La Pizquierda", tomamos a la derecha, el "Camino de Peñarrubia", hasta que andados unos metros, nos sale, a la izquierda, el "Camino de La Cañada Marta". Nos adentramos entre "Las Viñas Viejas", a la izquierda, y "Cañavilla", a la derecha, seguimos avanzando entre los parajes de "El Portillo de la Matanza", a la izquierda, y "Las Canteras", a la derecha, hasta desembocar en "La Matanza", que es hasta donde llega el Camino de La Cañada Marta. Al final del camino, en este punto, el camino se corta: damos la vuelta y regresamos al pueblo siguiendo el mismo itinerario, hasta pasadas "Las Colunmas", subiendo unos metros, a la derecha cogemos la Ronda Oeste, subiendo por detrás de la casa del hermano Pilar, por donde se encontraba la "casilla de la luz". En la esquina del "Morenis", giramos a la derecha, por detrás de las casas del hermano Modesto y Baldomero, hasta desembocar en "El Boleo de Sor Camila", (en la actualidad, mero recuerdo). Salimos a la Calle del Castillo, y en la esquina del hermano "Viruta", cada caminante sigue su camino hasta su casa.

Resumen

DURACIÓN - 1:44:47.- DISTANCIA - 8.36 km.
RITMO MEDIO - 12:32 min/km.- RITMO MÁXIMO - 6:36 min/ km.
VELOCIDAD MEDIA - 4.78 km/h.- VELOCIDAD MÁXIMA - 9.08 km/h.
CALORÍAS - 650 kcal.- HIDRATACIÓN - 0.34 L
ALTITUD MÍNIMA- 861.0 m. - ALTITUD MÁXIMA - 907.0 m.
ASCENSO TOTAL - 27.0 m. - DESCENSO TOTAL - 40.0 m

FOTOGRAFÍAS
"Mirando a Cañavilla y el Cerro Miralbueno"
"Paraje de Las Canteras"
"Al final del camino, La Matanza"
"Cruzando La Cañada Marta"
"Mirando a Las Vadeas"
"Inicio del Camino de Peñarrubia"
"Pacas de paja, al final del camino"
"Paraje de Cañavilla"
"Las Viñas Viejas"
"Portillo de La Matanza"
"Camino de La Cañada Marta, encarando el Cerro Castillo"
(24 de Agosto de 2018)
Un papel importante en la promoción de la participación activa de los ancianos en la obra de evangelización lo desempeñan, hoy, las asociaciones y movimientos eclesiales, « uno de los dones del Espíritu a [la Iglesia de] nuestro tiempo ». (9) En las varias asociaciones presentes en nuestras parroquias, los ancianos ya han encontrado un terreno muy fértil para su propia formación, su compromiso y su apostolado, transformándose en verdaderos protagonistas en la comunidad cristiana. No faltan tampoco...
Mediante la palabra y la oración, pero también con las renuncias y los sufrimientos que la edad avanzada lleva consigo, los ancianos han sido y siguen siendo siempre testigos elocuentes y comunicadores de la fe en las comunidades cristianas y en las familias. A veces incluso en condiciones de verdadera persecución. Como ha sido el caso, por ejemplo, en los regímenes totalitarios ateos del socialismo real en el siglo veinte.? Quién no ha oído hablar de las « babuskas » rusas? Las abuelas que, durante...
Es indispensable, en la tarea pastoral, la aportación de los ancianos mismos que, de su riqueza de fe y de vida, pueden sacar cosas nuevas y cosas antiguas, no sólo en beneficio propio, sino de toda la comunidad. Lejos de ser sujetos pasivos de la atención pastoral de la Iglesia, los ancianos son apóstoles insustituibles, sobre todo entre sus coetáneos, pues nadie conoce mejor que ellos los problemas y la sensibilidad de esa fase de la vida humana. Cobra especial importancia, hoy, el apostolado de...
Los ancianos, con sus exigencias espirituales, tendrán que ser tenidos en cuenta también por los distintos sectores de la pastoral especializada: desde la pastoral familiar —que no puede descuidar su relación con la familia, no sólo en el ámbito de los servicios, sino en el de la vida religiosa— hasta la pastoral social, sin olvidar la pastoral de los agentes sanitarios.
Esta tarea pastoral incluye la necesidad de formar sacerdotes, operadores y voluntarios —jóvenes, adultos y los mismos ancianos— que, ricos en humanidad y espiritualidad, tengan la capacidad de acercarse a las personas de la tercera y de la cuarta edad y de satisfacer esperanzas, con frecuencia muy individualizadas, de orden humano, social, cultural y espiritual.