A ti, Señor, me acojo;
no quede yo avergonzado para siempre (Sal 71 [70], 1)
Este salmo, que se destaca por su belleza, es sólo una de las muchas oraciones de ancianos que se encuentran en la Biblia y que dan testimonio de los sentimientos religiosos del alma ante el Señor. La oración es el camino real para una comprensión de la vida según el espíritu, propia de las personas ancianas. La oración es un servicio, un ministerio que los ancianos pueden ejercer para bien de toda la Iglesia y del... Enséñanos a calcular nuestros días,
para que adquiramos un corazón sabio (Sal 90 [89], 12)
Uno de los « carismas » de la longevidad, según la Biblia, es la sabiduría; pero la sabiduría no es necesariamente una prerrogativa de la edad. Es un don de Dios que el anciano debe acoger y ponerse como meta, para alcanzar esa sabiduría del corazón que da la posibilidad de « saber contar los propios días », es decir, de vivir con sentido de responsabilidad el tiempo que la Providencia concede a cada cual.... Abrahán expiró; murió en buena vejez,
colmado de años, y fue a reunirse
con sus antepasados (Gn 25, 7)
Este paso bíblico tiene una gran actualidad. El mundo contemporáneo ha olvidado la verdad sobre el significado y el valor de la vida humana —establecida por Dios, desde el principio, en la conciencia del hombre— y con ella, el pleno sentido de la vejez y de la muerte. La muerte ha perdido, hoy, su carácter sagrado, su significado de realización. Se ha transformado en tabú: se hace lo posible... Ten en cuenta a tu Creador en los días
de tu juventud, antes de que lleguen los días malos
y se acerquen los años de los que digas:
« No me gustan » (Ecl 12, 1)
Este enfoque bíblico de la vejez impresiona por su objetividad desarmante. Además, como lo recuerda el salmista, la vida pasa en un soplo y no siempre es suave y sin dolor: « Setenta años dura nuestra vida, y hasta ochenta llegan los más fuertes; pero sus afanes son fatiga inútil, pues pasan pronto, y nosotros nos desvanecemos »... En la vejez seguirán dando fruto (Sal 92 [91], 15)
La potencia de Dios se puede revelar en la edad senil, incluso cuando ésta se ve marcada por límites y dificultades. « Dios ha escogido lo que el mundo considera necio para confundir a los sabios; ha elegido lo que el mundo considera débil para confundir a los fuertes; ha escogido lo vil, lo despreciable, lo que no es nada a los ojos del mundo para anular a quienes creen que son algo. De este modo, nadie puede presumir delante de Dios » (1 Cor...