Cortesía de Chencho
Mirando por la
ventana, puede verse en el interior de la sala, la maquinaria para moler el grano que el molinero descargaba en la tolva
Ventana
Una ventana es un elemento arquitectónico que se ubica en un vano o hueco. También se denomina ventana a algún conjunto de dispositivos que se utilizan para cerrar ese vano.
El término proviene del latín ventus (viento), haciendo referencia a la capacidad de ventilación que proporciona. Antiguamente la ventana también se denominaba fenestra o también denominada "finistra", de forma idéntica a como se llama en latín y en griego. Este sería el modo directo de derivación etimológica. No obstante, aunque ahora este nombre está en desuso, sí se conservan palabras relacionadas con él, como defenestrar que significa arrojar a alguien por una ventana.
Elementos que la componen
El hueco se limita con dos jambas verticales que lo enmarcan lateralmente, con un vierteaguas, que lo remata horizontalmente sobre el antepecho en su parte inferior, y con un dintel o con un
arco, que lo cierra por la parte superior. Tanto el dintel (también denominado cargadero) como, en su caso, el arco, tienen por misión soportar las cargas que produce la parte de muro o pared que gravita sobre el hueco y transmitirlas a las jambas.
El mecanismo de cierre se compone de un marco o bastidor sujeto a las caras interiores del hueco, al que a su vez se fijan mediante herrajes adecuados las hojas, generalmente acristaladas con vidrio.
• Los dos listones que hay en una ventana y suben de abajo arriba por las orillas se llaman 'largueros'.
• Los que por la parte superior e inferior terminan horizontalmente la ventana, 'cabios', por dar cabo a la ventana.
• Los cuarterones inmediatos a los largueros, 'tablerillos'.
• Entre tablerillo y tablerillo, hay otros postiguitos o cuarterones que se llaman 'cruceros'.
• Encima de los cruceros y tablerillos, hay otro listón que atraviesa horizontalmente y está sobre los cruceros y tablerillos, y se llama 'peinazo'.
• Los goznes con que se afirma la ventana se llaman 'pernios', y vienen a ser un gozne doble.
Uso en la edificación
El empleo de la ventana en los
edificios ha sido y es generalizado, aunque su grado de utilización en un mismo
edificio puede oscilar tanto como entre la nada y la totalidad. Algunos tipos de edificios, por razones de insonorización (
teatros de ópera, salas de conciertos...), o bien de focalización de la atención (salas de espectáculos), o por conseguir interiorizar la actividad que en ellos se desarrolla (grandes almacenes), no poseen ventana alguna. Esto es posible, entre otras razones, por los actuales sistemas de acondicionamiento de aire que lo tratan térmica e higiénicamente.
Por el contrario, en edificios de oficinas, por ejemplo, es habitual que toda su
fachada se convierta en una pura ventana mediante la utilización de «muros cortina» u otros sistemas de acristalamiento integral. Para el caso de las viviendas, la dotación de
ventanas en las piezas habitables es obligada por disposición legal. Los reglamentos de habitabilidad suelen imponer no solo su uso sino también sus dimensiones mínimas, exigiendo por lo común que su superficie no sea inferior a un décimo de la de la estancia a la que prestan servicio.