Marilyn Monroe: la rubia era más lista que usted, caballero
El icono sexual más famoso del mundo, nacida hace ahora 90 años, era lectora voraz, escribía poemas que no enseñaba a casi nadie y apenas se permitió revelar las complejidades de un alma en llamas
Miguel Ángel Ortega Lucas 1/06/2016
Todas las chicas bonitas
Adiós, Norma Jean –escribió Bernie Taupin para que lo cantara Elton John en Candle in the wind–. Tenías la gracia de abrazarte a ti misma / mientras reptaban a tu alrededor.
“Era la más pura desolación”, escribió, también hace décadas, José Luis Sampedro. “Sus brazos eran los de una suplicante; sus labios pronunciaban un mudo grito de auxilio; su voluptuoso mirar no lograba ocultar los ojos de la triste niña que llevaba dentro”.
Nació el 1 de junio de 1926. “Sí, es verdad, fui hija ilegítima”, empezó contando a bocajarro al fotógrafo George Barris en otro libro (M. Monroe. Cuando crezcas serás rica, hermosa y famosa) fraguado meses antes de su muerte en 1962, pero sólo editado este mismo año. “ ¿Sabes?, mi madre [Gladys Pearl Monroe, cortadora de negativos de películas] fue una mujer muy atractiva en su
juventud; pero solía decir que la belleza de la
familia había sido su madre. Todos los chicos del
barrio habían ido detrás de ella. Era de Dublín, ya sabes, donde todas las chicas son bonitas”.