Foto de José Manuel H.
¿Cómo combato el pulgón?
Los pulgones son
insectos homópteros que chupan la savia de las plantas. Aparecen en grandes cantidades y es habitual que se asocien con hormigas, ya que éstas se alimentan de la sustancia azucarada (melaza) que segregan aquéllos y éstos a cambio son protegidos de sus depredadores.
por Celia Gosálbez
23/01/2020
Son pequeños, de no más de pocos milímetros, y su morfología es variada, siendo normalmente redondeados u ovalados. Los hay de varios
colores, verde, amarillo, rojo, negro.... Pueden tener alas o no, dependiendo de la especie, y presentan dos generaciones: una de hembras partenogénicas (se reproducen sin la necesidad de ser fecundadas por machos) que se dedican a aumentar la población hasta el fin del periodo favorable y una segunda generación mixta de machos y hembras.
Los pulgones, al igual que la mayoría de insectos chupadores, se sitúan en el envés de las hojas donde se localizan los estomas, microcavidades donde la pared celular es muy fina para facilitar el intercambio de O2 y CO2, debido a esta delgadez les es muy fácil atacar a la planta desde allí. El haz en cambio es totalmente impermeable y por tanto inaccesible para el pulgón. Por tanto para vigilar la posible presencia de pulgón en nuestro
huerto habremos de mirar en el envés de las hojas si queremos prevenir y poder coger cualquier invasión a tiempo.
Prevenir la plaga del pulgón
La prevención contra una plaga se basa en hacer las cosas bien: un riego adecuado a la planta y al clima, un abonado orgánico sólido de liberación lenta, ceñirse a los calendarios de siembra recomendados, orientar correctamente nuestro huerto para obtener las horas de sol necesarias y sobretodo elevar lo máximo posible la biodiversidad, plantando el mayor número de plantas posibles y atendiendo a compatibilidades entre ellas, lo que fortalecerá mucho la resistencia de nuestro huerto a todo tipo de plagas y enfermedades, posibilitando la vida también de mayor variedad de bichos beneficiosos.
También es importante la vigilancia, cuanto más asiduamente observemos el estado de salud de nuestras plantas, miremos el envés de las hojas y su vigorosidad; menor será el riesgo de padecer cualquier plaga y más efectiva será la retirada manual.
Recuerda que el objetivo no es “eliminar” al pulgón, sino evitar que nuestro huerto sufra demasiados daños sin colmarlo de insecticidas ni productos químicos agresivos. Un poco de pulgón no hace daño y mantendrá las poblaciones de mariquitas y crisopas que regularán su población.