Origen del abrelatas
Qué duda cabe que poder conservar en latas los alimentos durante mucho tiempo, fue un gran invento para la humanidad. Pero debes saber que antes del abrelatas tenían que abrirlas con machetes, navajas e incluso… ¡a tiros!
Cuando a principios del XIX William Underwood estableció en Nueva Orleans, Lousiana, la primera
fábrica de conservas no creyó importante crear un instrumento para abrir las latas, cosa que dejaba al arbitrio del consumidor, que podía recurrir a cualquier objeto que tuviera por
casa.
Aunque era absurdo, tenía cierta explicación, ya que las primeras latas de conserva eran pesadas, de gruesas láminas de hierro.
Era realmente una situación paradójica: aquellas latas, vacías, pesaban casi un kilo a veces sobrepasaban los tres con lo que llevaban dentro. No era fácil manipularlas, parecían cajas fuertes.
Sólo cuando en 1850 se consiguió crear un envase más ligero con reborde en la parte superior se pudo pensar en la necesidad de tener algo parecido a un abrelatas.