Amanecer
Del lat. hisp. *admanescĕre, der. del lat. mane 'por la mañana'.
Conjug. actual c. agradecer.
1. intr. impers. Empezar a aparecer la luz del día. Amanece a las ocho. Amanece nublado.
2. intr. Llegar o estar en un lugar, situación o condición determinados al aparecer la luz del día. Amanecí en
Madrid. Amanecí cansado.
3. intr. Dicho de una cosa: Aparecer de nuevo o manifestarse al rayar el día. Amaneció un pasquín en la
puerta de
Palacio.
4. intr. nacer. U. t. en sent. fig.
5. intr. Aparecer o presentarse, especialmente de modo inesperado. U. t. c. prnl.
6. intr. Am. Mer., Hond., Méx. y Nic. Pasar la
noche en vela. U. m. c. prnl.
7. tr. desus. Alumbrar, iluminar.
amanecer
1. m. Hecho de amanecer.
2. m. Tiempo durante el cual amanece.
Orto
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Respecto a un observador, un astro está en el orto cuando atraviesa el plano del horizonte y pasa al hemisferio visible, —cuando «amanece»—. Es decir, cuando su altura astronómica es cero pasando de negativa a positiva. Si el disco del astro es apreciable —casos del Sol y de la Luna— el orto se produce cuando su limbo superior toca el horizonte. En el caso del Sol esto sucede en el amanecer, estando su centro a 90º 50' del cenit: a los 16' del radio solar, hay que añadirle 34' debido a la refracción atmosférica, resultando esos 50' más. Cuando se "ve" el limbo solar rasante con el horizonte, realmente, según se ha demostrado muchas veces, aún se encuentra 34' por debajo de él.
Un caso particular de orto es el orto helíaco. El de Sirius en particular tuvo una especial significación por su relación con el establecimiento del primer calendario solar, el calendario egipcio, del cual somos herederos. Las estrellas circumpolares no tienen orto ni ocaso.
En el lenguaje común, al orto se le denomina amanecer, alba o aurora. En ocasiones se diferencia la aurora, que sería el primer resplandor del
cielo, del amanecer, que correspondería a la salida del Sol
Ilusiones ópticas y otros fenómenos
La refracción de la luz provocada por la atmósfera terrestre motiva que se vea luz cuando el Sol aún está bajo la línea del horizonte: aurora, alba o crepúsculo matutino. De manera similar, la refracción atmosférica alarga la duración del día.
• El Sol aparenta movimiento al salir sobre el horizonte y dar la vuelta a la Tierra hasta desaparecer en el ocaso, cuando la realidad es que el Sol permanece en movimiento en la
vía láctea y es la Tierra, aunque también se mueve, la que a la vez rota sobre su propio eje, provocando en el espectador (que rota junto con la Tierra) el aparente "movimiento solar".
Algunas veces, justo antes del amanecer o después de la puesta del Sol, se puede ver por uno o dos segundos un punto o rayo de luz verde en el horizonte, fenómeno conocido como destello verde. Esto se debe a la refracción de la luz provocado por la atmósfera terrestre, que hace que la luz de alta frecuencia proveniente del Sol (verde/azul) sea más visible que la de baja frecuencia (rojo/anaranjado).
• A veces ocurren
amaneceres o puestas de Sol falsos, un efecto óptico conocido como parhelio, en que se puede ver el Sol en el cielo después del ocaso, o antes de que amanezca. La razón se debe a cristales de hielo presentes en la atmósfera, que reflejan la luz proveniente del Sol, creando una imagen muy similar en tamaño y
colores al Sol de "verdad". Este efecto puede ser visible en todo el mundo en cualquier época del año, aunque es más brillante y obvio cerca de los polos. El parhelio también ocurre con el Sol a la vista, creando la ilusión de que hay dos o hasta tres soles en el cielo, normalmente uno a cada lado del Sol real. El parhelio suele aparecer acompañado del halo, otro efecto óptico generado por los cristales de hielo atmosféricos, que crean un círculo de luz alrededor del Sol.