"Arroyo Arribaruecas". "Acequia Madre"
El "Arroyo Arribarruecas" nace en las Estribaciones de "La
Fuente Murcia", riega las tierras de "La Fuente Murcia", "El Molinillo", "La Veguilla", "La Hontanilla", "El Quite", "El Reguero", "La Puentecilla", "El
Santo" y "El Crucero", donde va a desembocar en el "Arroyo Cazarejo", por su margen izquierda.
Geografía física
Una vega, llanura aluvial, llanura de inundación o
valle de inundación; terreno bajo y llano que puede ser inundado ante una eventual crecida de las
aguas de una corriente fluvial cercana.
Llanura aluvial
Una llanura aluvial, vega, llanura de inundación, o valle de inundación, es la parte orográfica de fondo plano que contiene un cauce y que puede ser inundada ante una eventual crecida de las aguas de este.
Muchas veces la topografía de las llanuras costaneras de los
ríos se dice que tiene forma de abanico o cono, lo que significa que el lecho del
río podría desplazarse con bastante facilidad, inundando zonas alejadas del lecho principal actual. Dichas zonas constituyen zonas interesantes para el desarrollo del riego, debido a la topografía favorable para desviar el
agua del río hacia cualquier punto de su zona aluvial. Se trata entonces de zonas vulnerables.
Los ríos están generalmente encauzados, protegiendo así las zonas agrícolas y las zonas urbanas. Además, para tener acceso más fácil al agua, las ciudades fueron, muchas veces, construidas muy cerca de los ríos, lo que las torna más vulnerables. Para reducir los riesgos de cambio importante de lecho durante crecidas fuertes, se debe tomar en cuenta la dinámica fluvial de los ríos asociada con el transporte de sedimentos, controlando la evolución de los cauces y evitando errores graves tales como puntos de reducción excesivos de la sección del río (con presas de derivación, bocatomas,
puentes, etc.).
Se debe prever puntos de desborde de los ríos claramente identificados, con la realización de vertederos permitiendo reducir los riesgos de rotura incontrolada de diques, a fin de manejar en vez de sufrir las consecuencias de eventos excepcionales.
En el sur de Sudamérica, bajo el término «vega» se hace especial alusión a las áreas, más bien pequeñas y de suelos blandos y fértiles, que en zonas áridas contornean arroyos —o solo se muestran en algunos de sus recodos—. Pueden ser en manantiales de
montaña (como en los Andes) o en sectores desérticos de baja altitud (como en la Patagonia esteparia), los cuales, al estar siempre bien regados, generalmente son las únicas áreas de la región que disponen de pastos tiernos; por ello son fundamentales para la biodiversidad y la
ganadería.
Arroyo
Un arroyo, riachuelo, rivera, cala o quebradanota es una corriente natural de agua que normalmente fluye con continuidad, pero que a diferencia de un río, tiene escaso caudal, que puede incluso desaparecer en la
estación seca,
verano o
invierno, dependiendo de la temporada de
lluvia para su existencia. En el caso de tener un caudal muy escaso y esporádico, es preferible usar el nombre de torrente,
rambla o cañada.
F. J. Monkhouse da tres acepciones del término arroyo:
1. Caudal corto de agua, casi siempre continuo, y cauce por donde transcurre.
2. En América, río de corta extensión, aunque puede ser navegable para
embarcaciones de regular tamaño.
3. En algunas regiones áridas de América Latina, rambla
F. J. Monkhouse
Un arroyo puede tener, especialmente en su curso montañoso:
cuenca de recepción,
canal de desagüe y cono de deyección (consultar el término torrente).
Por otra parte, un vado es el sitio donde el arroyo es tan poco profundo que se puede cruzar a pie o sirve para bañarse. A estos vados los llaman baños, bañaderos,
balnearios,
cruces o pasos en algunos países de América del Sur. Cuando es muy angosto se le llama cañada y cuando se embalsa el agua de forma natural se llama poza o
laguna y si es artificial presa, represa o
embalse.
Al igual que los ríos, pueden desembocar en el
mar, en un
lago o en otro río, en cuyo caso se denominan afluentes de este.
En algunos países de América del Sur algunos “arroyos” son verdaderos ríos, que puede llegar a ser muy caudalosos e incluso navegables. También en América del Sur y específicamente en Barranquilla se les llama “arroyos” a las corrientes de agua de lluvia que corren sobre las
vías de la ciudad, generalmente a gran velocidad, lo que dificulta notablemente la movilidad y reduce la seguridad de los transeúntes.