Vaguada (geomorfología)
La vaguada es la línea que marca la parte más profunda de un
valle, y es el
camino por el que discurren las
aguas de las corrientes naturales. En términos científicos, se utiliza también el nombre de Talweg, una voz procedente del alemán que significa «camino del valle», y que es la línea que une los puntos de menor altura en un valle o en el cauce de un
río y donde la corriente, si la hay, es más rápida.
En castellano se emplea además en su acepción meteorológica, por analogía, para designar una depresión barométrica.
En el hemisferio norte, el talweg de los
ríos más caudalosos se desplaza ligera, pero consistentemente, hacia la izquierda, de acuerdo con el denominado efecto de Coriolis producido por el movimiento de rotación terrestre. En el hemisferio sur, el desplazamiento se realiza hacia la derecha. El artículo sobre dinámica fluvial explica este desplazamiento al referirse al río Apure. Y en el trazado del río Orinoco podría comprobarse que la isla Ratón se encuentra en territorio venezolano, lo que indica que el talweg pasa por el brazo izquierdo de la isla cuya orilla también izquierda, ya es territorio colombiano.
En derecho se hace referencia a la vaguada especialmente cuando se trata de fijar la línea fronteriza en un curso de
agua aunque, cuando se trata de ríos divagantes, de llanuras, con numerosos meandros, puede ser problemático fijar el límite o frontera en el cauce de un río. La línea de vaguada (a veces también aparece con el nombre de talweg o thalweg, que es el nombre original en alemán) representa en el sistema hidrográfico, invertida, la aplicación del principio de las altas cumbres en el sistema orográfico.
Cauce
El cauce o lecho fluvial es la parte de un valle por donde discurren las aguas en su curso: es el confín físico normal de un flujo de agua, siendo sus confines laterales las riberas.
El lecho menor, aparente o normal, es aquel por el cual discurre agua incluso durante el
verano y de ahí que algunos le den el nombre permanente. El lecho mayor o llanura de inundación, que contiene al primero, solo es invadido por el curso de las crecidas y, en general, durante la
estación anual en que el caudal aumenta y cuyo periodo depende, por su duración y por la época del año en que se sitúa, del régimen propio de cada río.
La
naturaleza de cualquier lecho fluvial es siempre una función de la dinámica del flujo y de los materiales geológicos locales que pueden influir a dicho flujo.
Paisaje fluvial
Se entiende por paisaje fluvial, en el ámbito de la morfología fluvial, al conjunto dinámico y estrechamente interligado que conforman, el río en el valle fluvial y a la
cuenca de drenaje.
Una cuenca de drenaje comprende toda el área de la cual una corriente y sus tributarios reciben agua y cada tributario tiene también su propia área de drenaje, que forma parte de la cuenca más grande. Cada corriente, aun la cañada más pequeña, tiene su propia cuenca de drenaje, cuya forma difiere de una corriente a otra, pero con la forma característica de un aguacate por cuyo extremo angosto emerge la corriente principal.
Los ríos son los principales agentes formadores del paisaje dependiendo de la litología, las estructuras geológicas por donde discurren y de los procesos activos e inactivos presentes en una determinada región (erosión, transporte, depósito de sedimentos), van conformando configuraciones diferentes de
paisajes. Las tasas de evolución de los procesos que moldean el paisaje en un sistema fluvial están condicionadas por el clima, las actividades humanas que generan o imponen controles al flujo, y por los controles estructurales (como la subsidencia, movimientos tectónicos) generadores de fallas, pliegues, basculamientos, etc.