"El Paraje de El Batán"
El nombre de "Batán" le viene dado por la existencia, en tiempos pasados, de un batán, que se abastecía de las
aguas del "Arroyo Cazarejo". Se halla ubicado al Sur del Término Municipal de Alconchel, en la ribera del "Arroyo Cazarejo", aguas abajo del
Molino Garrido. Enclavado entre el "
Camino de Belmonte, y el "Camino de la Colada de
Fuentelespino de Haro. Entre los Parajes de "La Cerrá", "El Cestero" y "La Olmedilla". En sus tierras se cultivan, en la actualidad, cereales, habiéndose plantado
huertas en la ribera del "Cazarejo", en tiempos pasados, no muy remotos.
Batán
Un batán es una máquina destinada a transformar unos tejidos abiertos en otros más tupidos. Funcionaban por la fuerza de una corriente de
agua que hace mover una rueda hidráulica, que activa los mazos que posteriormente golpeaban los tejidos hasta compactarlos. Estas máquinas, que se empleaban mucho en
España, estuvieron en funcionamiento hasta finales del siglo XIX.
Historia
Se cree que la difusión de los batanes fue posterior a la de los
molinos. La primera referencia que se tiene en España de los batanes es del siglo XII, unos documentos con fecha de 1160 sitúan dos batanes cerca de
Gerona.
Los batanes se extendieron por España, siendo numerosos los existentes en
Galicia y destacando la comunidad asturiana en la que, a mediados del siglo XVII, había cerca de 200. Hoy en día la mayoría de ellos se encuentran en estado ruinoso o incluso totalmente desaparecidos, siendo muy pocos los que se conservan y destinados únicamente a
museo.
Un ejemplo de batán-museo, en la provincia de
La Coruña, está en la
parroquia de Mezonzo en el
ayuntamiento de Vilasantar. Se cree que fue construido por los monjes que habitaban el
monasterio de Mezonzo, donde ahora se encuentra la
iglesia parroquial que data del siglo XII. De ser cierta la creencia popular, sería uno de los batanes más antiguos de España. Estuvo en funcionamiento hasta el año 1954, en que se abandona hasta su restauración en el año 2001 y ahora puede visitarse por el público.
Mientras estuvo en activo, el batán funcionaba desde el mes de febrero hasta junio. Durante el
verano permanecía cerrado porque el
río no tenía suficiente agua para su accionamiento y en el
invierno no se podía utilizar porque era muy difícil el secado de las mantas.
Otro ejemplo de batán-museo se puede encontrar en la provincia de
Huesca, concretamente está en la localidad de Fiscal, en la comarca del Sobrarbe. Se lo conoce como el Batán de Lacort.
Funcionamiento de los batanes
El emplazamiento de los batanes siempre era en la orilla de los
ríos para aprovechar la fuerza hidráulica. En el cauce del río se construía una pequeña presa, desde ella el agua se conducía por un
canal con fuerte pendiente hasta la rueda. Al impactar el agua contra las cucharas de la rueda, esta giraba llevando solidario el eje, cuyas levas accionaban los mazos que golpeaban las mantas.
Otro canalillo llevaba un poco de agua hasta la
cuba para mantener mojadas las mantas durante buena parte del proceso, evitando su desgaste por rozamiento. Este chorrito de agua, a la vez también servía para refrigerar los soportes del eje.