"Arroyo Arribarruecas"
El "Arroyo Arribarruecas", nace en el paraje de "Cañada de
Murcia", a los pies de las estribaciones de el montecillo que corre en paralelo a la
carretera CU-V-3232, a 871 msnm. Recorre desde su nacimiento los parajes de "Cañada de Murcia", "El Espino", "El Tallar", "El Terral", y "La Balsa", aquí se desdobla en acequias para servir sus
aguas para regadío de las
huertas cultivadas a ambas márgenes, tanto de "La
Fuente Murcia", como de "La Balsa", "La Veguilla", "La Hontanilla", "El Quite" y, "El Reguero". Continúa por el Paraje de "La Puentecilla" aportando sus aguas a las distintas huertas y cruza el "
Camino de
Fuentelespino de Haro". Se adentra por "La Puentecilla", pasando por debajo de "La fuente Nueva" y, "La Fuente Vieja", desembocando en "El Prado", en el "Arroyo Cazarejo".
Durante la mayor parte del siglo pasado, sus tierras estaban dedicadas al cultivo de huertas cuyos productos contribuían a llenar las despensas de los hogares alconcheleros, para su alimentación durante gran parte del año. En la época de sembrar las huertas, durante su mantenimiento y, cuando llegaba la hora de la cosecha de los diferentes productos, las huertas eran un hervidero de gente dedicada a los menesteres precisos de cada momento. Llegado el siglo XXI, y ya a finales del XX, con la industrialización del
campo, las huertas se fueron abandonando. Ahora sólo queda algún nostálgico que pone su
huerta, más que nada por degustar los productos que él mismo cultiva. Y la verdad sea dicha, se nota la diferencia, en todo, con los productos similares que nos vienen a vender.
Arroyo
Un arroyo, riachuelo, rivera, cala o quebradanota es una corriente natural de
agua que normalmente fluye con continuidad, pero que a diferencia de un
río, tiene escaso caudal, que puede incluso desaparecer en la
estación seca,
verano o
invierno, dependiendo de la temporada de
lluvia para su existencia. En el caso de tener un caudal muy escaso y esporádico, es preferible usar el nombre de torrente,
rambla o cañada.
F. J. Monkhouse da tres acepciones del término arroyo:
1. Caudal corto de agua, casi siempre continuo, y cauce por donde transcurre.
2. En América, río de corta extensión, aunque puede ser navegable para
embarcaciones de regular tamaño.
3. En algunas regiones áridas de América Latina, rambla
F. J. Monkhouse
Un arroyo puede tener, especialmente en su curso montañoso:
cuenca de recepción,
canal de desagüe y cono de deyección (consultar el término torrente).
Por otra parte, un vado es el sitio donde el arroyo es tan poco profundo que se puede cruzar a pie o sirve para bañarse. A estos vados los llaman baños, bañaderos,
balnearios,
cruces o pasos en algunos países de América del Sur. Cuando es muy angosto se le llama cañada y cuando se embalsa el agua de forma natural se llama poza o
laguna y si es artificial presa, represa o
embalse.
Al igual que los
ríos, pueden desembocar en el
mar, en un
lago o en otro río, en cuyo caso se denominan afluentes de este.
En algunos países de América del Sur algunos “arroyos” son verdaderos ríos, que puede llegar a ser muy caudalosos e incluso navegables. También en América del Sur y específicamente en Barranquilla se les llama “arroyos” a las corrientes de agua de lluvia que corren sobre las
vías de la ciudad, generalmente a gran velocidad, lo que dificulta notablemente la movilidad y reduce la seguridad de los transeúntes.