Foto de Pepa CC
Alumbrado público
El alumbrado público es el servicio público consistente en la iluminación de las
vías públicas,
parques públicos, y demás espacios de libre circulación que no se encuentren a cargo de ninguna persona natural o jurídica de derecho privado o público, con el objetivo de proporcionar la visibilidad adecuada para el normal desarrollo de las actividades.
Por lo general el alumbrado público es un servicio municipal que se encarga de su instalación y mantenimiento, aunque en
carreteras o infraestructuras viales importantes corresponde esta tarea al gobierno central o regional. La mayoría de los alumbrados públicos del mundo son de
lámparas de vapor de sodio, vapor de mercurio y Led.
Historia
Comienzo y auge
Tras el control del fuego por parte de los humanos uno de sus usos fue la iluminación. Así pudo usarse mediante antorchas para iluminar algunos lugares. Como este sistema era engorroso y poco duradero fueron apareciendo luminarias con diferentes aceites y mechas que permitían iluminar durante más tiempo y de forma más cómoda. Han sido encontradas lámparas de terracota en las planicies de Mesopotamia datadas entre el 7000 y el 8000 a. C. y otras de cobre y bronce en
Egipto y Persia cercanas al 2700 a. C.
Las primeras ordenanzas sobre alumbrado público que se conocen datan del siglo xvi. En
Francia, venían obligados los vecinos (1524) a colgar una luz en la
puerta de sus
casas y hasta 1558 no se colocaron
faroles en las
esquinas de las
calles. En 1662, el abate Laudati Carraffe organizó un cuerpo de vigilancia
nocturna encargado de encenderlos y apagarlos. En 1667, el teniente de policía Le Reynie reformó y fijó el alumbrado público. Uno de sus sucesores, Sartines, introdujo el empleo de reflectores o reverberos y en 1818 fue adoptado el gas, extendiéndose en general después a todas las ciudades importantes del mundo.
La primera utilización del alumbrado de gas para la iluminación pública fue en 1807, cuando Frederick Albert Winsor iluminó uno de los lados de la
calle Pall Mall de Londres, tras mejorar el sistema que años antes había investigado el francés Philippe Lebon.
Las primeras farolas de gas requerían que un farolero recorriese las calles al
atardecer para ir encendiéndolas manualmente, pero años después se empezaron a emplear dispositivos de encendido automático que prendían la llama al activarse el paso de gas. Las primeras farolas fueron fabricadas por los árabes.
Alumbrado público en
España
Comillas (
Cantabria) fue la primera localidad española en disponer de luz eléctrica en sus calles en 1881, como atestiguan las crónicas de la época durante el
verano regio de Alfonso XII, invitado por el Marqués de Comillas, y la celebración de un Consejo de Ministros en la villa. Si bien, este alumbrado no fue público, sino que fue costeado por el Marqués de Comillas.
El primer alumbrado público, es decir, bajo la iniciativa y financiación de su
ayuntamiento, fue en Jerez de la Frontera, lo que haría que fuera la primera ciudad de España en contar con iluminación pública por electricidad en sus calles. Planificado desde 1880, con una
fábrica de electricidad en la calle Caracuel , en mayo de 1890 el ayuntamiento de Jerez de la Frontera coloca el alumbrado eléctrico en varias calles de su
centro histórico, poniendo un total de 22 farolas, que se acaban de instalar en julio de ese mismo año. En 1893 se extiende a más calles.