MUCHÍSIMAS mujeres sumamente comprensivas de la necesidad que sus maridos tienen de alternar con sus amigos, padecen lo indecible si aquéllos demuestran el menor vestigio de interés por cualquier otra mujer.
Jajajajajjajaja. El hecho de inventarme "palabros" no es de ahora, no.... ¡Fijáos lo que escribí el año pasado!: "Encuaucen". Con lo fácil que resulta escribir y leer "Encaucen", ¿verdad?
Casi siempre ocurre que, cualquier desacuerdo entre marido y mujer puede resultar constructivo y útil, siempre y cuando.... siempre y cuando lo encuaucen debidamente.
El aprecio que sentimos por una persona podemos manifestarla de mil maneras: con un cumplido casual o bien por medio de una expresión de profundo afecto y total identificación, por ejemplo: "Cariño, qué haría yo sin tí", por ejemplo.
"Quien no comprende una mirada o un abrazo tampoco comprenderá una larga explicación" dice un viejo proverbi árabe.