NO SE ENCUENTRA por ninguna parte la libertad cuando al pueblo se le imponen demasiados impuestos y reglamentos. Hay que hacer las cosas lo mejor que podamos, desde la humildad, sin necesidad de afirmar nuestro ego con talantes soberbios, y sobre todo, estar más allá del ego y el insulto, y por tanto de la opinión de los otros. El amor excluye la igualdad. Uno admira y el otro goza de ser admirado. El uno implora y la otra se defiende o consiente. Incluso en el momento de la más perfecta unión existe un vencedor y un vencido. Seis años más tarde, pienso que, viendo estos campos, se ha de dar gracias a Dios por permitirnos poder verlos con nuestros ojos.
"2005-10-30 09:26:07 Viendo estos campos Alconcheleros sólo puedo pensar en la HERMOSURA, en LA PAZ, en EL SOSIEGO, y más que nunca se agolpan a borbotones aquellos versos de nuestro paisano Fray Luís de León:
¡Qué descansada vida
La del que huye del mundanal ruido,
Y sigue la escondida senda
Por donde han ido los pocos sabios
Que en el mundo han sido!
Desde... Las entrañas de la tierra, fecundadas por la sangre del hombre, parirán milagros.