Debí comer tanto aquel día que dije que, mientras Angelita daba la limosna a la Virgen me iba a comer, que debí acostumbrarme a hacerlo a menudo, y... ¡Claro! con el paso del tiempo los kilos se me han subido a la chepa. Por más que los espanto... ¡no hay manera de quitármelos de encima! Mientras Angelita acaba de dar la limosna a la Virgen, yo me voy a desayunar como Dios manda, porque a estas horas, y sólo con un café con leche en el cuerpo, y sin más acompañamiento, yo no aguanto, la verdad sea dicha.... Buenos días Eufra7.
Ya me parecía a mí que era muy raro que no hubieses aparecido ya por el foro. Yo creo que vamos a tener buenos días y el tiempo nos va a permitir pasar una Virgen de la Cuesta sin remojarnos. Yo mañana ya me voy para allá, o me vengo para aquí... ¡Vaya lío! Jajajaja Cuanto más sencilla es la VERDAD más fuerza y convicción tiene.