Este languidecer callado que tienen las ramas bajo el beso frío del frío aire; estos desmayos de rosas con la puesta del sol sobre la tierra del jardín. Estas melodías lentas y apagadas de las hojas que suavemente caen en reposo, como dormidas, en resignadas notas opacas y dulces...
Son voces de un mismo canto, de un canto melancólico, tierno y sutil que van pregonando el Otoño que hace más amoroso mi dolor... Los de Alconchel, son unos cardos preciosos, aunque no sabemos apreciarlo, si se les mira de lejos; para apreciar la hermosura de sus flores, hay que mirarlas de cerca, y esto no se recomienda sólo para las flores de los cardos, sino para todas en general. Con algunas me he llevado yo más de una sorpresa, viendo lo pequeñitas que son, y qué bien formadas están; es como cuando miras a un bebé: es perfecto. ¡Jolín, qué cosas escribía El Emigrao! Decía que todas las mujeres son hermosas, y yo creo que lo decía porque las habría mirado con buenos ojos, porque... ¡Hay cada una por ahí, que... ya, ya! Yo "conozgo" a alguna manchega, que encima de ser poco agraciada... ¡Es más arisca qué un gato salvaje! A esas así, sí que les diría yo, que son peor que los cardos borriqueros.
¿Qué será de la vida del Emigrao? También tendré que darle "un toque"... Besillos para él, Antonia y Judit, si es que nos leen. En ese mismo callejón de la Olvido, donde brotaba el cardo, siendo muy jovencita, me puse más de una vez, junto a mis vecinas, sentada en una silla baja "ensogueá" para bodar un juego de sábanas para Julieta la de Santi; entonces eran novios y me dijo que si se la quería bordar. Le dije que sí, y Olvido, que sabía bordar muy bien, hizo el dibujo en la tela y yo la bordé; lo hice con bastidor que entonces se utilizaba mucho para bordar a mano.
Un beso para todos. En el mensaje que he escrito antes decía que "del campo, un canto", aunque hay personas que cuando vamos al campo, sobre todo en Alconchel, lo máximo que cogemos son cardos como los que vemos en la foto y otros, para después hacer con ellos un estupendo ramo de flores secas; también hay personas que cuando es la época de recoger los ajos, se ponen "tibios" de rebuscar. ¡Vamos que algunos se llevan para pasar todo el año sin comprar ni una cabeza, incluso repartiendo ajos a toda la familia.
Una cosa...