EL PENSAMIENTO dominado por la incertidumbre aumenta los obstáculos y nos agota las energías; con él nadie va muy lejos. ...
es un placer recordar; es volver a vivir. ...
Entonces reconoceriamos el verdadero valor del presente antes de que haya pasado para siempre. ...
Si aprendiéramos a no prestar atención a las pequeñas molestias, a las preocupaciones gratuitas, a los temores que se oponen al goce de un instante fugaz... ¡Ah!, si supiéramos saborear cada día, en el momento mismo de vivirlo en vez de descubrir sus alegrías a la melancólica luz de la memoria...