Para los edafólogos, ALCONCHEL DE LA ESTRELLA

Esto creo que también lo dijo y escribió Cervantes, pero no estoy muy segura. ¡Quien desde luego, no lo ha dicho nunca he sido yo! Me conformo con poderlo escribir en el foro alconchelero, que no es poco.

Suelen las fuerzas de Amor
sacar de quicio a las almas
tomando por instrumento
la ociosidad descuidada.
Cervantes dijo del Amor que era dolor con renombre de alegría.
Han dicho que no deseamos instruirnos, puesto que no pedimos la instrucción con el ansia del hambriento que quiere pan. La instrucción no se pide de otro modo que por la voz, o mejor, por los signos de la ignorancia. El ignorante es un niño, y el niño no pide más que el pecho, si es chiquitín, o los juguetes, si es grandullón. Aguardar, para la educación de la criatura, a que esta diga «llévenme a la escuela que tengo muchas ganas de ser sabio», es fiar nuestros planes a la infinita pachorra de la...
Me explicó una amiga que un día se fue al supermercado y en su carrito puso algunos productos que a mucha gente no les gustan, pero para ella eran algunos de sus manjares favoritos: Unos arenques ahumados, dos riñones, un trozo de hígado y otro de salmón fresco. En la cola de la caja había delante de mí -me decía-, una chica joven con una niña que se acercó a mi carrito y comenzó a mirar con gran interés lo que llevaba dentro.
Cuando estaba pensando que era demasiado chica para darse cuenta de lo...
...
¿Te acuerdas?... Yp permanecí inmóvil, cohibido ante la perspectiva de ir a ser infinitamente feliz.
-Ven- dijiste.
Tu voz, más embriagadora que el arrullo de todoas las promesas, venció mi razón y entré. ¡Ah! ¿por qué lo hice?... Aquella piel de tigre, con su cabeza y sus ojos fieros, y sus rojas fauces coronadas de dientes glotones, y aquellas flores que enervaban con el veneno exhalado de sus cálices, eran un símbolo... ¡El símbolo de tu amor!... asoladorcomo el apetito de las fieras......