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¡Ay madre mía, Dios mío...! Voy a dejar de pensar en estas cosas que luego... además de ponerme como un tonelete... es GULA y... ¡La GULA me puede y además es pecadooooooooooooooooooooooooo oooooooooooooooooooooooo!
Mañana sigo, a ver si ya se me ha ido "la perra" que he cogido con estas "chuches" (como dice Mariano) ...
Pues anda que..., si los piñones verdes, y los garbanzos de moraga estaban buenos, no te digo nada las pepitas de calabaza, que también ahora era la época de sacarlas de la calabaza y tostarlas... Y de los trozos de calabaza que se ponían dentro del arropeeeeeeeeeeeeeeeeee, ¿eeeeeehhhhhhhh? ¿De éso que me decíssssssss... ...
Seguro que Eufra7 que anda por aquí escribiendo sobre la SALUD MENTAL y sobre los beneficios del HUEVO, nos podría explicar en cuatro líneas cómo los chicos se "engaravitaban" a los pinos para recoger las piñas verdes y lo ricos que estaban los piñones; también nos podría explicar cómo se hacía una "moraga" y lo "buenismos" que estaban aquellos garbanzos tan tiernecitos... (¡Ay la boca se me hace agua, y más a estas horas de la tarde). ...
Pero al margen de los frutos secos tal como todos los conocemos, hay otra manera de consumirlos poco conocida y que a mi, particularmente, me entusiasma. Los recolectamos del árbol cuando aún están verdes: nueces, avellanas, o piñones se prestan al juego. También las pipas de calabaza y algunas legumbres que son muy gustosas antes de secar, como la judía o "tavella", que recién recolectada tiene una cremosidad y elegancia fantásticas... El otoño es sin duda tiempo de caza pero también lo es de las últimas peras, de los membrillos, de las manzanas, de las bellotas, de los moniatos, y de LAS CASTAÑAS.
Las castañas, asadas o cocidas, son la base para multitud de platos, ya sean dulces o salados: postres, cremas, salsas para la caza...